Comunicación políticamente correcta

¿Qué palabras usa usted para describir a un colega en silla de ruedas? ¿Qué términos utiliza para dirigirse a una clienta? ¿Cómo se comunica con un nuevo cliente que no es como usted?.

Las respuestas adecuadas pueden significar la diferencia entre perder unclienteun empleado, una demanda, una reclamación de acoso sexual o un trabajo.

La mayoría de nosotros está consciente de cómo nuestro vocabulario se ha modificado para reflejar la adaptabilidad política. Por ejemplo, la mayoría de nosotros ha desterrado de su vocabulario las palabras: paralítico, ciego y viejo —y las ha reemplazado con términos como discapacitado, impedido visualmente y anciano o mayor.

El periódico Los Ángeles Times, por ejemplo, permite a sus periodistas usar ancianidad pero con la salvedad de que ésta varía de «persona a persona»; de este modo, en un grupo de personas de 75 años no todas necesariamente son ancianas.

Debemos ser sensibles a los sentimientos de los demás. Ciertas palabras pueden ser o son estereotipos, intimidan e insultan a los individuos. En una fuerza de trabajo diversa, debemos ser sensibles a la manera en que nuestras palabras podrían ofender a los demás.

Pero existe una desventaja en la adaptabilidad política: está reduciendo nuestro vocabulario y se está haciendo más difícil la comunicación entre la gente.

Para ilustrar lo anterior, usted probablemente sepa qué significan estos cuatro términos: muerte, cuotas educativas, enanos y mujeres. Pero se ha encontrado también que cada una de estas palabras ofende a uno o más grupos.

Éstas se han reemplazado con términos como resultado negativo del cuidado del paciente, igualdad de oportunidades en la educación, gente pequeña y personas de sexo femenino.

El problema es que este último grupo de términos es mucho menos probable que transmita un mensaje uniforme, tal como lo hacían las palabras que reemplazaron.

Usted sabe lo que la muerte significa; yo sé lo que la muerte significa; ¿pero puede estar seguro de que «resultado negativo del cuidado del paciente» siempre será definido como sinónimo de muerte? ¡No! Por ejemplo, la frase también pudiera significar una estancia mayor que la esperada en el hospital o la notificación de que su compañía de seguros no pagará la cuenta del hospital.

Algunos críticos, con sentido del humor, han llevado al extremo lopolíticamente correcto. Aun quienes carecemos de cabellera, y que no nos emociona mucho que nos llamen «pelones», tenemos que reírnos como estúpido s cuando se refieren a nosotros como «fálicamente impedidos».

Pero nuestra preocupación aquí es cómo el lenguaje políticamente correctocontribuye a la creación de una barrera para la comunicación eficaz.

Las palabras son los principales medios por los cuales la gente se comunica. Cuando eliminamos su uso debido a que son políticamente incorrectas, reducimos nuestras opciones para transmitir mensajes de la forma más clara y más precisa.

En la mayoría de los casos, mientras más grande sea el vocabulario utilizado por el emisor y el receptor, más grande será la posibilidad de transmitir conprecisión los mensajes.

Al suprimir ciertas palabras de nuestro vocabulario, hacemos más difícil unacomunicación precisa.

Cuando reemplazamos estas palabras con nuevos vocablos cuyos significados se entienden menos, reducimos la probabilidad de que nuestros mensajes se reciban como queríamos.

Debemos ser sensibles a la manera como nuestra elección de las palabras podría ofender a los demás, pero también debemos tener cui dado de no satanizar nuestro lenguaje hasta el punto de restringir la claridad de la comunicación.

No existe una solución simple para este dilema. Sin embargo, usted debería estar consciente de lo que puede perderse al concebir los vocablos y de la necesidad de encontrar un equilibrio adecuado.

Fuente: Apuntes de la materia de Administración de la Unideg