Mantenimiento preventivo pasivo

El mantenimiento preventivo pasivo implica la atención del sistema de manera externa: básicamente, proporcionando el mejor ambiente posible – tanto físico como eléctrico – para la operación del sistema. Los aspectos físicos se refieren a condiciones como temperatura ambiente, tensión térmica por ciclos de alimentación, contaminación de polvo y humo y perturbaciones como impactos y vibración. Los aspectos eléctricos se refieren a la ESD, ruido en la línea de alimentación e interferencia de radio frecuencia. En esta sección se describe cada uno de estos aspectos.

Examen del ambiente de operación. Curiosamente uno de los aspectos que más se menosprecia en el mantenimiento preventivo de microcomputadoras es la protección del hardware – y la considerable inversión financiera que éste representa – de los abusos del ambiente. Las computadoras no son muy exigentes y por lo general, están seguras en un ambiente que sea confortable a las personas. No obstante, a veces se les trata sin más respeto que a una calculadora de escritorio. Este tipo de abuso se refleja en diversas fallas del sistema.

Antes de adquirir un sistema, prepárele una ubicación apropiada, libre de contaminantes en el aire tales como humo y gases. No coloque su sistema enfrente de una ventana: no se le debe exponer a la luz directa del sol o variaciones de temperatura. La temperatura ambiente debe ser lo más constante posible. La corriente debe suministrarse mediante tomas aterrizadas en forma adecuada y debe ser estable y libre de ruido e interferencia. Mantenga su sistema lejos de radiotransmisores u otras fuentes de energía de radiofrecuencia. Todos estos aspectos se abordan con mayor detalle en las próximas secciones.

Fuente: Apuntes de Mantenimiento Computacional de la Unideg