Pentium «clásicos»

Los primeros Pentium, a 60 y 66 MHz, se calentaban demasiado, trabajaban 5 V y tuvieran un fallo en la unidad matemática. Luego los depuraron y bajaron su voltaje a 3,3 V. Fijaron las frecuencias de las tarjetas madre en 50, 60 ó 66 MHz, y sacaron, más o menos por este orden, chips a 90, 100, 75, 120, 133, 150, 166 y 200 MHz (que iban internamente a 50, 60 ó 66 x1.5, x2, x2.5…).

El caso es que sobraban muchas de las variantes, pues un 120 (60×2) no era mucho mejor que un 100 (66×1.5) y entre el 133 (66×2) y el 150 (60×2.5) la diferencia era del orden del 2% (o menor), debido a esa diferencia en el nivel de la tarjeta. Además, el «cuello de botella» hacía que el 200 se pareciera peligrosamente a un 166 en un buen día.

Pero el caso es que eran buenos chips, eficientes y matemáticamente insuperables, aunque con esos fallos en los primeros modelos. Además, eran superescalares, o en cristiano: admitían más de una orden a la vez (casi como si fueran 2 micros juntos).

Fuente: Apuntes de Mantenimiento Computacional de la Unideg