La estructura semántica de la letra; la connotación
La hemos clasificado de este modo porque ellas son invención del hombre, provienen de su propio análisis, no nace desde fuera, su imperativo está en el imaginario de cada creador. Cada tipo de letra pertenece a una fuente o carácter mediante el que se le reconoce y clasifica por sus comunes características formales como de palo seco, con serif, script, etc.
En esta clasificación formal donde se encuentran las fuentes tipográficas y sus familias como por ejemplo Helvéticas, Futuras, Bodonis, las humanas, las garaldas, etc. Encontramos que no sólo las diferenciamos por sus distintas formas sino que también, tienen un campo semántico muy fuerte, que generalmente el diseñador las utiliza por sus connotaciones, es decir, la letra tiene un espíritu, un concepto que finalmente, nos da cuenta de una realidad inmaterial que va más allá de su forma, es decir, la letra muchas veces por ejemplo nos da la sensación de liviandad o es muy pesada, rígida, etc.
Dentro de la connotación podemos clasificarlas como letras modernas, clásicas, de fantasía y letra icónica. Algunos juegos con la escritura definen justamente el límite donde la imagen de aquella, convertida en sustancia en el subconsciente del lector es llevada a su conciencia y convertida en elemento verdaderamente gráfico. Con el empleo de formas de letras de diferentes tipos de escritura dentro de la misma palabra se producen efectos semejantes al devenir pictórico de la palabra.
Otra modalidad de combinación escritural de la imagen consiste del cambio de una letra por un objeto-signo, llamadas palabras verboiconicas, es decir, modificar la imagen de las letras o de las palabras hacia la expresión icónica, con lo que se da lugar a la clara oposición entre visible y legible. Este doble efecto es muy empleado en el diseño moderno, por ejemplo, para conferir mayor memorabilidad al símbolo distintivo de una empresa comercial.
Fuente: Problemáticas del diseño gráfico de la Universidad de Londres