Copias de seguridad (backups)
En las anteriores páginas se ha comentado numerosas veces la mayor o menor idoneidad de los aparatos para su utilización como dispositivos de copia de seguridad o, como dicen los ingleses, backup. A continuación voy a intentar dar unas ideas generales sobre este tema, que tiene mucha mayor importancia de lo que parece.
Si algún día llego a publicar un manual de informática, probablemente comenzará diciendo: «ANTE TODO, MANTENGA BACKUPS RECIENTES DE SUS FICHEROS DE DATOS», en letras mayúsculas y en el centro de la primera página.
A continuación tendría que explicar qué es un fichero, un backup y sobre todo un ordenador, pero me temo que si dejara el consejo para más adelante ya no tendría la fuerza que se merece.
No olvide que un ordenador no es más que un amasijo de cables, plástico y metal, por mucho que me cueste reconocerlo; es una máquina, y como tal no es especialmente interesante en sí misma, sino que lo es sobre todo por los datos que contiene: las cartas a la novia, los informes del trabajo, las fotos de astronomía, los juegos, las facturas del último trimestre…
Eso es lo importante, pero parece que nos olvidamos de ello muy a menudo; confiamos en que como nunca se ha roto, nunca se romperá, olvidando la única ley de la informática, la Ley de Murphy:
– Si un archivo puede borrarse, se borrará.
– Si dos archivos pueden borrarse, se borrará el más importante.
– Si tenemos una copia de seguridad, no estará lo suficientemente actualizada.
Y así hasta el infinito. Los discos duros fallan poco, pero más de lo deseable; incluso si no fallan pueden verse afectados por múltiples causas, desde una subida de tensión eléctrica hasta un tropezón con un cable que nos haga tirar el ordenador al suelo.
La única solución es tener copias de seguridad, actualizarlas a menudo y esperar que nunca nos haga falta usarlas; a continuación le presento Los Diez Mandamientos de los Backups:
Haga copias de seguridad de todos los datos importantes.
Haga una copia de seguridad de los discos de instalación de los programas. Actualice las copias de seguridad tan a menudo como pueda.
Revise el estado de sus copias de seguridad de vez en cuando.
Si le da pereza copiar todo el disco, al menos copie sus archivos de datos.
Si le da pereza copiar todos sus archivos de datos, al menos copie los más recientes o importantes. No confíe en los disquetes como dispositivo de backup, su fiabilidad es ínfima.
Si no dispone de otra cosa, al menos haga copias en disquete.
Sobre todo si utiliza disquetes o cintas magnéticas, tenga más de un juego de copias, intercámbielos de forma rotatoria y renuévelos de vez en cuando.
Guarde las copias en lugar seguro, si no serán copias de seguridad inseguras.
Bueno, no voy a insistir más; si a estas alturas no le he convencido, es usted un caso perdido. Pero no diga que no estaba advertido cuando pierda todos los asientos bancarios de los últimos 3 años de sus clientes, ni tenga vergüenza de sentirse como para tirarse por una ventana: no sería el primero que lo hace. Ni el «El escáner, la impresora y el US».
Fuente: Apuntes de Mantenimiento Computacional de la Unideg