El equipo necesario

No podemos terminar esta explicación sobre los escáners sin dar unas nociones acerca del hardware imprescindible para manejarlos (y el recomendable, que como siempre es superior a éste… y más caro).

Actualmente, gracias a los formatos de archivo con compresión el almacenaje de las imágenes está totalmente solucionado, sobre todo en esta época de discos duros de 4 GB y más; el problema irresoluble es la memoria RAM necesaria para presentar las imágenes en la pantalla y tratarlas o imprimirlas.

Como hemos dicho en varias ocasiones, no es raro que una imagen ocupe en memoria 25 MB o más; por tanto, en el momento en que superemos la memoria físicamente instalada en el ordenador (hoy en día unos 64 MB, aunque hasta hace bien poco eran 16 MB o incluso menos) el ordenador hará uso de la memoria virtual, que no es sino memoria imitada gracias al disco duro. El problema es que esta «memoria falsa» es muchos miles de veces más lenta que la RAM, lo que puede eternizar el proceso, además de poner al límite de su resistencia al muy inestable Windows 95 (y a su hermano mayor el bastante inestable 98).

Por todo esto, para trabajar con un escáner es ultar imprescindible tener al menos 16 MB de RAM, siendo absolutamente necesario llegar hasta los 32 MB si vamos a trabajar habitualmente con originales en color en formatos que superen los 10×15 cm. Y si nuestro objetivo pasa por escanear imágenes A4 o mayores a altas resoluciones (600×600 ppp o más) y luego tratarlas en el ordenador (por ejemplo para autoedición, trabajos de imprenta digitales o pasar a formato electrónico planos de arquitectura o ingeniería), el mínimo absoluto son 64 MB.

Por lo demás, el ordenador no necesita unas prestaciones elevadas; puede bastar con un microprocesador 486, aunque teniendo en cuenta que el tratamiento digital de imágenes es un proceso que aprovecha bastante cualquier aumento de potencia en este sentido. Sea razonable, si se compra un escáner de 12.000 pts no necesitará un Pentium III, pero si se lo compra de 50.000 pts no lo conecte a un ordenador que cueste menos que el escáner…

Fuente: Apuntes de Mantenimiento Computacional de la Unideg