Producción de alimentos

Sólo hasta fechas muy recientes, se ha comenzado a tener una mayor conciencia de lo que significa para la humanidad vivir sobre un planeta con espacio y recursos finitos. Lo anterior se debe a la constante presión que se ejerce en un gran número de sitios en la Tierra, sobre todo con los países en vías de desarrollo, por el crecimiento acelerado de la población.

El problema no reside nada más en la presión demográfica mundial, sino además en el crecimiento desorbitado e incontrolable, con frecuencia no planeado, de las grandes ciudades como Los Ángeles, Nueva York, México, Seúl y Tokio, entre otras.

Por otra parte, de los 5 600 millones de habitantes sobre la Tierra la mayoría no participa de los adelantos científicos y tecnológicos del siglo XXI. Además, estas personas no tienen una buena alimentación y no reciben los servicios de atención médica y hospitalaria de las grandes ciudades. En pocas palabras, una gran mayoría vive todavía como hace 150 años vivían nuestros antepasados

Asimismo, se debe considerar que cuando se vive en el campo dentro de condiciones naturales, no todo es un «paraíso», Es preciso vivir en el trópico para darse cuenta de que abundan los insectos y muchos de ellos no son precisamente bienvenidos ya que propician enfermedades como el paludismo, transmitido por los culícidos; la oncocercosis, por los simúlalos; la tripanosomiasis americana, por los triatomínidos; la leishmaniasis, por los flebotómidos; el dengue por el mosquito Aedes Egipto, entre otras.

Sin embargo, en las grandes o medianas ciudades se presentan otro tipo de enfermedades, causadas por el medio artificial como las de tipo respiratorio, las alergias y los trastornos en la conducta y del sistema nervioso, así como las infecciones y enfermedades parasitarias exacerbadas por el hacinamiento y las condiciones insalubres, sobre todo en los barrios pobres.

En resumen, es necesario establecer una diferencia entre lo que se refiere al estudio de los ecosistemas con sus componentes esenciales de organismos productores (las plantas), consumidores (herbívoros y carnívoros), y degradadores que contribuyen a que se cierre el ciclo de los nutrientes y los minerales, y el estudio del ambiente en las ciudades donde habita un gran número de personas.

En este caso, no puede hablarse en forma muy estricta de ecología, ya que en un ambiente del tipo de las ciudades las características de un ecosistema no están claramente definidas.

Independientemente del ambiente, más o menos natura l, que existe en el campo, o el artificial creado por el hombre en las ciudades, actualmente existen amenazas mundiales para todos los habitantes de la Tierra así como para los ecosistemas. Lo que debe preservarse no es sólo el ambiente inmediato sino la Tierra entera. Comprender la forma en que funciona nuestra «gran casa»(oikos) resulta cada vez más importante para conocer las consecuencias que provocan las actividades humanas en el planeta.