Control después de la acción
Una vez que la operación ha concluido, se miden los resultados y se comparan con un estándar previamente establecido. Los presupuestos son el ejemplo típico de este sistema de control.
Los tres tipos de control pueden ser utilizados por cualquier organización. En la mayoría de los casos, los contadores han utilizado el sistema de control después de la acción; sin embargo, es recomendable tratar de ser creativos, introduciendo en la información contable el control direccional en forma apreciable, a través del uso de análisis de sensibilidad de otra herramienta, logrando así reducir la brecha entre los resultados y los objetivos planeados.
En esta forma se sustituye el método de control después de la acción por el método direccional.
Fuente: Apuntes de Contabilidad Administrativa de la Unideg