Inflación en la información contable
Para la mayoría de los países en especial para los de América Latina, la década de los ochenta se ha caracterizado por drásticos cambios en sus economías, principalmente por la hiperinflación que han experimentado y la interdependencia de las economías nacionales, lo cual ha trastocado los principios contables bajo los cuales se habían preparado los reportes financieros.
Uno de los más afectados es el del valor histórico, que suponía que todas las transacciones de un ente económico deberían quedar registradas en efectivo o su equivalente en el momento en que se produjeran.
Con ello se lograba la objetividad, característica indispensable de la información contable. Al paso del tiempo, sin embargo, al tener índices de inflación de dos o tres dígitos es te principio ha perdido validez.
Aún más grave es que los dos principales atributos que todo sistema de información debe poseer, la utilidad y la confiabilidad, han sido perdidos por la contabilidad financiera, a tal grado que una organización que no lleve a cabo el proceso de reexpresión contable debe admitir que su contabilidad no es útil ni confiable.
Ante esta circunstancia, que empezó a vivirse desde 1980 en nuestros países, el Instituto Mexicano de Contadores Públicos se ha dado a la labor de presentar a los profesionales de la contabilidad soluciones prácticas, con el ánimode devolver a la contabilidad financiera sus dos principales atributos de utilidad y confiabilidad.
En 1980 la Comisión de Principios de Contabilidad del I.M.P.C. presentó el boletín B-7, denominado «Revelación del efecto de la inflación en la información financiera», que fue de carácter experimental hasta 1985. El boletín B-7 fue el primer intento se-río en México de aquilatar el fenómeno inflacionario.
En junio de 1983 se aprueba el boletín B-10 titulado «Reconocimiento del efecto de la inflación en la in formación financiera», que desde diciembre de 1934 es obligatorio para todas las organizaciones que requieren un dictamen financiero.
Sin embargo, independientemente de que se requiera dictamen o no, el efecto de la inflación repercute en cualquier organización; de ahí surge la necesidad de llevar a cabo la reexpresión de estados financieros, que permiten resolver la distorsión de la información contable, causada por la inflación.
El boletín B-10 ofrece un conjunto de reglas para medir y presentar el efecto de la inflación de una manera integral en todas las cifras de los estados financieros. Con la 3a. adecuación, el boletín se constituye en una excelente aportación de la profesión contable a la administración de la empresa actual y tal como lo mencionaremos posteriormente, este proceso de reexpresión se ha ido consolidando con nuevos documentos.
Sin duda, reconocer el efecto de la inflación en algunas partidas llevará a presentar información virtual, por lo que la Comisión de Principios de Contabilidad del I.M.P.C. publicó y aprobó en octubre de 1983 el boletín B-11 , titulado «El flujo de efectivo«, el cual es obligatorio desde enero de 1984 para las empresas.
Este boletín sustituye al boletín B-4, que se refería al estado de cambios en la situación financiera, que hoy ha perdido relevancia al incluir partidas virtuales de movimiento de flujo de efectivo. Por ello, en el boletín B-11 se dan respuestas para conocer el comportamiento real del flujo de efectivo de las empresas.
Fuente: Apuntes de Contabilidad Administrativa de la Unideg