Historia del concreto
El concreto ha contribuido en mucho a la vida moderna, haciéndose indispensable en nuestra vida diaria, lo vemos en caminos, puentes, drenajes, edificios, viviendas y presas, para mencionar sólo algunos usos, pues su aplicación es muy diversa. Aunque se pudiera pensar que es un material actual, no lo es, ya que sus antecedentes se remontan hasta la antigüedad, 3 mil años antes de Cristo, aplicándolo babilonios, egipcios, chinos, y en México los totonacas.
La naturaleza nos da modelos, como la piedra, y entre ellos la roca sedimentaria.
Alrededor de 80% de la superficie terrestre esta compuesta por roca sedi-mentaria por eso, la mayor parte del paisaje, de los suelos y hasta de las piedras que se emplean en la construcción pro-ceden de esa clase de roca.
El proceso de formación de la roca sedimentaria, producto de la sedimentación (depósitos de material en un medio líquido), provenientes de la desintegración parcial de rocas originales, en un medio acuoso con alto contenido de cal, que al solidificarse, dieron lugar a un material resistente, un concreto natural.
El primer concreto hecho por el hombre, lo fue a semejanza de la naturaleza, como se describió anteriormente.
Su empleo se remonta hacia el año 6,000 antes de Cristo, en Asia menor, en la cultura mesopotámica, con la elabora ción de tablas de barro con adición de finos, las que fueron usadas en construcciones de todo tipo.
En el antiguo Egipto, hacia el 4,000 antes de nuestra era, se empleaba algo semejante al concreto para unir bloques de piedra tallada, y aún podemos admirar las colosales construcciones faraónicas. Miles de piezas de piedra fueron unidas con mortero de yeso durante las primeras cuatro dinastías.
Dos siglos antes de nuestra era, los chinos unían las pie-dras aplicando un procedimiento, a base de barro con alto contenido de “lob” un sedimento fino eólico.
En la construcción de la gran muralla china se afianzaban grandes masas de “lob”, mezclada con trozos de roca y agua, para poderla trabajar.
La longitud de la muralla no se conoce exactamente, se dice que alcanzó 5 mil kilometros.
El muro tiene una altura de siete u ocho metros, llegando a diez en algunos puntos y con un espesor de siete metros en la base y seis en la cresta.
En la Roma imperial nos remontamos a cien años antes de Cristo, se inicia el empleo de la cal apagada con tierra puzolánica, en una gran variedad de obras. El procedimiento se aplica hasta 400 años después.
El concreto propia-mente dicho tiene como ejemplo el acueducto que surtía de agua a la ciudad de Colonia, en Alemania, el cual tenía más de 80 kilómetros de longitud estuvo en servicio más de mil años.
En la asombrosa cultura totonaca se aplicaron los principios de lo que hoy conocemos como losa de concreto armado, alrededor de 1,000 años después de Cristo, en la región de Tajín (Veracruz, México).
En algunas edificaciones, sus techos y entrepisos están construidos con losas a base de mezcla, apisonada en varios estratos, de cal y agregados inertes, con un refuerzo proporcionado por fibras vegetales. Llegaban a cubrir claros mayores de cinco metros.
Fueron miles de metros cuadrados de losas construidas con este sistema, lo cual nos indica que tenían el conocimiento del trabajo a flexión de la losa.
Smeaton fue un precursor del concreto en la época moderna; en 1756 utilizó la marga calcinada de cal en la construcción del faro en Eddigstone, Inglaterra.
En 1796, Ferrer fabrica la cal hidráulica. John de Alemania sienta las bases del conocimiento del calcinado del cemento, en 1819.
Aspdin, en 1824, obtiene el primer cemento portland. Al perfeccionar aún más el procedimiento del francés Monier, se hacen las primeras aplicaciones por parte de Johnson, Lurman, Fremy y Langen.
En 1869 se realizo la primera losa plana.
En 1873, se construye el primer puente de concreto reforzado, y en 1875, la primera escalera.
A principios de este siglo, el uso del concreto se extendió por Europa y Estados Unidos.
También llegó a México, donde el ingeniero Maris cal fue uno de los precursores e impartió clases sobre el material en el antiguo Colegio de Minería
Fuente: Manual de autoconstrucción, manos a la obra de IMCYC