Carboncillo natural, lápiz y barra
El uso del carboncillo se remonta hasta tiempos prehistóricos, es el material de dibujo más antiguo, y sus orígenes se remontan probablemente a los tiempos en que el primer habitante de las cavernas cogió del fuego un trozo de madera chamuscado y comenzó a hacer trazos con él.
Para el dibujo se le usa en forma de palillos o lápices. Al igual que en el caso del lápiz, su dureza puede variar. El carboncillo se emplea a menudo para crear dibujos sombreados debido a la facilidad con que es capaz de cubrir áreas grandes. En la actualidad se fabrica principalmente con maderas de vid y de sauce, y se encuentra disponible en una amplia gama de grosores y longitudes
Se consiguen tres tipos de carboncillo:
– Lápiz. Hay una amplia gama de largos y grosores. A veces se venden sueltos pero normalmente se encuentran en cajas. Los más delgados se emplean en dibujo a línea; los más gruesos son muy adecuados para áreas sombreadas, pero también pueden emplearse para hacer una variedad de líneas.
– Barra. Se vende en barras cortas, y tiene un tono más oscuro que el de los lápices. Es difícil trazar una línea delgada con un trozo de carbón comprimido, a no ser que esté afilado; no obstante es muy útil cuando se trata de conseguir un tono profundo y oscuro para aumentar el contraste en un dibujo hecho con carboncillo.
– Natural. Están clasificados en extra blandos, blandos, medianos y duros. Se les emplea para dibujos a línea y funcionan muy bien para dibujos rápidos en el cuaderno de apuntes. Son muy útiles cuando se necesita una línea para definir la forma en un dibujo sombreado.
Fuente: Apuntes de Actualización gráfica de la U de Londres