La humedad
Prevención de la humedad
En techos
Los techos deben impermeabilizarse adecuadamente según la región, clima y problema particular. Existe una diversidad de productos comerciales, que ofrecen diferentes soluciones, en seco o en caliente, en cuanto a su aplicación, así como en lo referente a durabilidad, garantía y precios.
La experiencia local es digna de tomarse en cuenta; sin embargo, la tecnología ha avanzado y los técnicos pueden asesorar para obtener una solución acertada.
La utilización de chaflanes, que son cortes a 45 grados hechos a base de mortero para sellar las uniones entre elementos verticales con horizontales, ayudan a evitar la penetración de agua entre muro y losa.
Los goteros en los volados y aleros evitan que las gotas de agua caigan sobre la construcción.
Otra medida es poner repizones en los remates de los muros o pretiles, los cuales protegen los aplanados y la cabeza de los muro.
Tal vez uno de los problemas más frecuentes de humedad, y difíciles de eliminar, es la penetración del agua por los techos o azoteas, cuando no se construyen y se contemplan las pequeñas y importantes normas que se dan en el presente capítulo.
La seguridad de que una losa de concreto no deje filtrar el agua, es un colado y un curado bien ejecutados. La aplicación de aditivo impermeabilizante integral al concreto, previo al colado, es una garantía contra las goteras posteriores, aunque represente un costo adicional.
Es difícil que en el mercado haya un producto que garantice una impermeabilización por más de 5 ó 10 años, máxime si la azotea está sujeta a tránsito (que se camine en ella), por lo cual requerirá vigilancia y mantenimiento para evitar se trasmine la humedad al interior de la casa.
Una solución, aunque costosa, es el uso de teja en techos inclinados o ladrillo en losas horizontales, que requieren menor mantenimiento.
Por contar con miles de kilómetros de costas, nuestro país nos hacen reflexionar sobre la problemática que representa la humedad producto del mar, la salinidad y, como resultado de ello, la corrosión o la putrefacción que sufren los materiales.
De ser posible, en esas zonas se deberá evitar el uso de maderas blandas, derivadas del mirro, del cobre, etc. Cuando estén expuestos a la intemperie sin la debida protección. Tampoco es recomendable en las costas el uso del yeso, tanto en interiores como exteriores.
En muros
Para prevenir la humedad en muros, se evitará el uso de materiales que absorban y retengan el agua.
De preferencia, se revestirán los muros exteriores a base de aplanados, materiales acabados que impidan la trasminación del agua al interior.
Se evitará la permanencia de grietas o fisuras, se las sellará de inmediate. Es necesario impermeabilizar el desplante de los muros. No hay que dejar muros en contacto con el terreno, o algún material que retenga agua.
Cuando el terreno retiene el agua, la vivienda está en pendiente o en una parte baja, se deben poner banquetas perimetrales a la fachada, incluyendo chaflán entre muro y banqueta.
Es preciso reforzar la impermeabilización antes de aplanar o chapear el muro en su parte baja, cuando haya probabilidad de contacto constante con el agua.
Cuando es inevitable que la construcción esté en contacto con el terreno, es factible solucionarlo con muros dobles (tipo sandwich).
Construir los muros con block hueco de concreto es garantía de una vivienda sin humedades.
En regiones donde existe alto grado de humedad o en zonas costeras, no se recomienda el uso del yeso pues éste retiene la humedad y se pudre.
Sobre todo en las costas, la elección de los materiales que estén en el exterior (como puede ser la ventanería, el apla-nado en muros, etc.), debe buscar que requieran un bajo mantenimiento y tengan poco riesgo al deterioro.
En ventanas, marcos de puertas, las puertas mismas, se preferirá el aluminio. En elementos de madera, se recomienda uso de barnices marinos, con silicones, o de esmaltes de calidad. Se utilizarán pinturas vinílicas en aplanados, cuidando que sean de calidad reconocida.En puertas, ventanas o cualquier elemento de fachada
Se evitará que la lluvia penetre a través de las ranuras que dejan las hojas de puertas y ventanas, especialmente en la parte superior e inferior de los vanos.
Una solución es la colocación de pestañas llamadas bota agua, que son elementos horizontales sobresalientes del paño de la puerta o ventana.
Los repizones, además de servir de apoyo a la ventana, protegen el muro que sirve de remate, evitando que se escurra sobre él agua de lluvia que cae sobre la ventana, (figura 5-55). Pueden ser de tabique, concreto, piedra, madera, herrería o aluminio.
Sellar el perímetro de la ventana que está en contacto con el vano, que la envuelve, asegura que no penetre el agua en
esas zonas. El sellado puede ser con mezcla, silicón, etcétera.
Si se emplea madera, hierro laminado u otros materiales que sean afectados por el agua o la humedad del medio ambiente, habrá que sellar, pintar o barnizar según el caso.
Establecer cerramientos sobre las ventanas y puertas elimina posibilidades de fallas, tanto en los muros como en esos elementos, en forma de grietas o ruptura de ventanería que permitirián el paso del agua.
Fuente: Manual de autoconstrucción, manos a la obra de IMCYC