Grafito lápiz y barra
El lápiz de grafito es uno de los medios para dibujar más versátiles, aunque su descubrimiento es relativamente reciente. El grafito no se conoció hasta el siglo XVI, y no fue que hasta el siglo XVII que se utilizó en forma de lápiz.
Con el lápiz pueden ejecutarse los garabatos más elementales, pero también las reproducciones realistas más refinadas; es un recurso indispensable para el dibujo por ser rápido y sin complicaciones.
Una versión temprana del moderno lápiz de dureza media fue la punta de plata, utilizada por Leonardo da Vinci y Botticelli, entre otros. Esta delgada varilla, compuesta por plomo y estaño, era capaz de producir trazos muy finos y una amplia gama de tonos.
Las barritas de grafito, los lápices Conté y las barritas de carboncillo son instrumentos para dibujar muy importantes, porque cada uno de ellos posee sus trazos y tonos característicos en la superficie de los diferentes tipos de papel.
El débil brillo del lápiz sobre un papel liso está muy lejos de la mancha que deja el carboncillo después que el artista ha limpiado las correcciones. El negro constituye un modo vigoroso de relacionar imágenes y de crear una atmósfera rica y atractiva.
El hecho de que tal gama de medios esté a nuestro alcance hace posible que las diferentes partes que componen un dibujo puedan ser expresadas con distintos tratamientos.
Para determinadas obras, los punteados son esenciales, por lo que se deberá usar uno de los lápices; en cambio, conviene realizar los bocetos que recogen temas con movimiento con carboncillo, lápiz Conté, ceras o pasteles, ya que estos materiales exigen un tratamiento vigoroso. Se deben explotar las variaciones que presentan los colores del negro.
Los lápices se fabrican con diferentes grados de dureza, desde el 10B (muy blando) hasta el 10H (muy duro). El lápiz es el medio ideal para elaborar detalles y para trabajos muy acabados
Los lápices de grafito se fabrican con diferentes grados de dureza, desde el 10B (muy blando) hasta el 10H (muy duro); la gama de dureza media se identifica con las letras HB y es el medio ideal para elaborar detalles y para trabajos muy acabados.
– Los lápices graduados con números son de calidad corriente.
– Los lápices graduados con letras son de calidad superior Todos los lápices llamados de mina de plomo están constituidos por madera de cedro y una mina compuesta de grafito y arcilla.
El grafito, una sustancia de aspecto metálico, grasienta al tacto, es lo que pinta, y la arcilla la materia que sirve de aglutinante. A mayor cantidad de grafito más blando resulta el lápiz y, viceversa, a mayor cantidad de arcilla más dureza.
La diferencia entre un lápiz blando y un lápiz duro es realmente notable. Con un lápiz blando es posible obtener los gruesos que el artista necesita, dúctil en los degradados y voluntarioso en los tonos suaves.
Un lápiz duro como el No. 4, es menos cómodo. Es un lápiz egoísta que no da más allá de un gris oscuro por mucho que uno frote la mina.
Una mina cortante, de una dureza que molesta, que no se desgasta tan fácilmente y que no da, por lo mismo ese trazo ancho tan necesario al artista. Esa misma característica que puede resultar un defecto para los dibujantes, resulta una estimable cualidad para el hombre que dibuja planos y máquinas. De ahí que los lápices duros sean los apropiados para el dibujo lineal y técnico.
Tratándose de dibujo artístico y en plan económico, lo mejor es que se use un lápiz blando. Es del todo aceptable para apuntes y hasta para dibujos definitivos cuando no se pretenden grandes efectos.
Fuente: Apuntes de Actualización gráfica de la U de Londres