Generadores
Con los generadores o grupos electrógenos podrás conectar equipos electrónicos, herramientas electroportátiles, bombas de agua u otros aparatos no electrónicos y dotarles de energía eléctrica. Así dispondrás de electricidad independientemente de la red de suministro pública.
Depósito: De plástico o metal. Contiene el combustible para la puesta en marcha del generador. Su tamaño varía en función del generador.
Motor: Hace que el generador funcione haciendo girar el alternador. Existen dos tipos: de gasolina y diésel (de 1.500 y 3.000 rpm). Los de 1.500 rpm pueden funcionar de forma ininterrumpida durante largos periodos de tiempo.
Alternador: Transforma la energía mecánica en eléctrica. Hay equipos monofásicos y trifásicos.
Bancada o chasis: Es la estructura sobre la que se montan el depósito, el motor y el alternador. Suele estar dotada de tacos antivibrantes diseñados para reducir las vibraciones transmitidas.
Si vas a conectar aparatos eléctricos, necesitas un equipo que suministre corriente perfecta y continua, idéntica a la toma de corriente doméstica. Así los aparatos tendrán un funcionamiento óptimo y se evitarán posibles daños.
Para ello dispones de dos tecnologías:
– Inverter: Garantiza la estabilidad de tensión del equipo limitando su variación en un 1% de la tensión nominal. Además, al adaptar el régimen de motor a la carga solicitada, reducen el consumo de combustible, las emisiones contaminantes y el ruido.
– AVR (Regulación Automática de Tensión): Garantiza la estabilidad de tensión del equipo limitando su variación en un 2% de la tensión nominal. Si piensas conectarle herramientas electroportátiles, bombas de agua u otro tipo de aparatos no electrónicos, necesitas que el generador soporte un pico de potencia de arranque alto.
Fuente: Guía de bricolaje – Leroy Merlin