Celebre sus propios logros y los de su equipo
En un viaje a una fábrica de pelotas de tenis en Corea, Sam Walton se dio cuenta de que todos los empleados participaban en las celebraciones. Esto le encantó, y fue entonces cuando inventó la ya famosa celebración de Wal-Mart. Es algo así:
“¡Dame una W! ¡Dame una A! ¡Dame una L! ¡Dame una M! ¡Dame una A! ¡Dame una R! ¡Dame una T! ¿Qué dice? ¡Wal-Mart! ¿Wal-Mart de quién? ¡Mi Wal-Mart, la número uno!” Cada vez que Walton visitaba una de las tiendas o centros de distribución, encabezaba esta celebración entusiastamente. Aunque suene cursi, a los empleados les encantaba porque separaba a Wal-Mart del resto. Sam Walton hizo varios intentos para crear un clima divertido en Wal-Mart, y, en el proceso, estrechó los lazos emocionales con sus empleados. Además, se dio cuenta de que era más sencillo trabajar en una atmósfera divertida, amistosa y atractiva que en un clima sombrío y demasiado disciplinado. Walton sabía que los clientes compraban en Wal-Mart por los precios, pero también porque la pasaban bien, y esto era posible sólo si los empleados eran felices y mostraban una actitud positiva.
Pero, ¿cómo creó Sam Walton una cultura de diversión mientras se trabaja? Algunos de los factores más obvios son:
1. Las celebraciones formaban parte de las reuniones semanales de los viernes. Todo y cualquier cosa era celebrada (cumpleaños, cifras de ventas, etc.).
2. Sam Walton dirigió muchas competencias individuales y en equipo. Colocaba los objetivos alrededor de la oficina y después iba viendo como progresaba cada empleado. Naturalmente, Walton también participaba en dichas competencias. Hay un famoso caso, a principios de los años ochenta, en el que Walton prometió bailar hula en Wall Street si la compañía lograba ciertos objetivos. La compañía logró los objetivos y Walton bailó junto a otros bailarines profesionales al son del ukelele.
3. En Wal-Mart se hicieron muchas otras cosas graciosas. Era usual que los gerentes recibieran un pastel en la cara, que se tuvieran que disfrazar de payasos y felicitar al cliente o que se afeitaran la cabeza cuando se lograba un objetivo. Todo el mundo acogía estas situaciones con interés y entusiasmo, lo que aumentaba el espíritu de la compañía.
4. Sam Walton era muy hábil para relacionarse con la gente. Recordaba el nombre de todo el mundo. Era amable en las conversaciones, y nunca dejaba de decir “por favor” y “gracias”. Walton les enviaba notas de agradecimiento a los empleados y clientes. Personificó los valores de la compañía.
– Busque cosas que celebrar, y haga cosas memorables para rememorar los buenos momentos.
– Procure que las celebraciones sean parte fundamental de todas las reuniones.
– Cree competencias internas con premios para que todo el mundo esté feliz.
– Cuando la compañía obtenga un logro particularmente importante, celébrelo en grade.
– Haga cosas divertidas.
– En vez de enseñarles a los empleados cómo hacer algo nuevo, cree una actividad divertida que facilite el aprendizaje y lo convierta en una actividad divertida.