Protozoos, animales primitivos

El mundo de los protozoos engloba a todos los seres unicelulares, eucariotas y sin clorofila. Su forma y tamaño pueden ser muy variables; en épocas pasadas había protozoos de unos centímetros de longitud, pero los representantes actuales son todos microscópicos y no se ven a simple vista.

Si bien existen algunas especies parásitas, la mayoría son de vida libre, acuáticos, y se alimentan de algas microscópicas y de otros protozoos. En condiciones de sequía sobreviven formando quistes, y permanecen inactivos hasta que las condiciones son de nuevo favorables.

Según la forma de locomoción, se pueden distinguir cuatro grandes grupos en el subreino de los protozoos:

 Los flagelados, que se caracterizan por presentar uno o varios flagelos. Son los protozoos más primitivos, a veces muy parecidos a ciertas algas unicelulares.

Uno muy conocido es el Trypanosoma gambiense, un parásito que produce en el hombre la llamada enfermedad del sueño.

– Los rizópodos, que se desplazan mediante la emisión de seudópodos. Este grupo comprende los foraminíferos, de esqueleto calizo muy típico, y las amebas.

– Los esporozoos, cuya característica principal es su capacidad para reproducirse por medio de esporas. Son todos parásitos y muchos dan origen a enfermedades, como el paludismo.

– Los ciliados, que son los protozoos más modernos. Poseen cilios locomotores y generalmente son de vida libre. El más conocido es el paramecio, que suele vivir en aguas encharcadas.

En algunos casos, los protozoos están constituidos por varias células, formando una colonia y no un verdadero tejido, ya que todos sus componentes son idénticos y realizan la misma función.

Estas colonias no se parecen tampoco a las de los metazoos, en las que las células se especializan en determinadas funciones que realizan con el concurso de las restantes.

Las colonias de protozoos pueden incluso disolverse en sus componentes originales sin que se produzcan alteraciones en su actividad, ya que cada una de sus células es por sí sola un auténtico individuo que no necesita de los demás, para llevar a cabo su actividad vital.

Fuente: Apuntes de la materia de Biología de la Unideg