Motive a los demás a hacer sus sueños realidad
Procure que las personas que trabajan con usted se sientan bien. Ayúdelas a realizar cosas que nunca soñaron que pudieran hacer. Bríndeles oportunidades para hacer cosas impresionantes y no se intrometa. Crea en las personas y permítales descubrir su potencial. Sam Walton siempre tenía grandes expectativas para cualquiera que trabajar con él independientemente de su origen. Walton establecía altos estándares y luego procuraba lo necesario para que el empleado los alcanzara. De este modo, los empleados sentían confianza en sí mismos y se desataba un ciclo de continuos logros.
Además, Walton era capaz de imprimirle un toque humano al trabajo. Conocía y respetaba genuinamente a las personas que trabajaban para él. Estas, a su vez, prosperaban porque sentían que eran lideradas por alguien que entendía sus necesidades.
Walton respaldó este sentimiento procurando que las decisiones se tomaran en los niveles más inferiores de la organización. A los empleados se los animaba a tomar decisiones “en el lugar” cuando estaban atendiendo al cliente. Sam Walton también se dedicó a contratar la mejor gente disponible, ofrecerle el mejor entrenamiento posible y crear un buen clima de trabajo en Wal-Mart, donde la gente se sintiera motivada a triunfar. Walton fue un astuto conocedor del comportamiento humano. Esto, combinado con su actitud realista y sentido común, le permitió entender cómo motivar a la gente para que diera lo mejor de sí.
Algunas de las simples técnicas que Walton aplicó para motivar a sus empleados son:
1. Siempre trató bien a los empleados del mismo modo que le hubiera gustado ser tratado si se intercambiaran los papeles.
2. Procuró que los empleados llevaran distintivos con su nombre: para que todo el mundo fuera reconocido por su nombre. El mismo Walton usaba un distintivo que decía simplemente “Sam”.
3. Walton tenía grandes expectativas: dejaba que los demás demostraran que estaban a la altura del desafío y que buscaran el mejor modo de obtener los resultados deseados.
4. Sam Walton siempre dirigió desde el frente: motivaba a todo el mundo porque estaba pensando todo el tiempo cómo mejorar las cosas. Además, tenía una gran ética de trabajo.
Cuando Walton le pedía a todo el mundo que trabajara duro, estaba hablando en serio.
– Sonreír todo el tiempo lo hará más accesible; además, creará un clima de apertura y confianza. Si aprendemos a sonreír con mayor frecuencia, la gente se sentirá más cómoda.
– Aprenda a escuchar. Escuche bien todo lo que los demás están diciendo en vez de pensar en lo que dirá a continuación. Procure que los demás hablen de sus intereses y preocupaciones.
– Apréndase los nombres de los empleados y úselos. Al referirse a los demás por su propio nombre, demuestra que se preocupa por la gente a un nivel individual. Además, de este modo se personalizan las conversaciones y se genera motivación.
– Vea a las personas a los ojos cuando hable con ellas. Demuéstreles que son importantes para usted y que cuentan con toda su atención.
– Mejore sus destrezas para relacionarse.