Maldito jefe
Todo el mundo ha sufrido con un mal jefe. Los malos jefes son el tipo de gente que se roba el crédito, es incompetente, abusa y humilla, entre otras cosas.
En este tipo de situaciones, uno no se puede hacer la víctima. Esto sería admitir la derrota. Recuerde que es su problema y sólo usted debe resolverlo.
Formúlese las siguientes interrogantes:
1. ¿Por qué mi jefe está actuando como un patán? A veces, la respuesta es que simplemente nuestro jefe es así. Pero si el jefe está ensañado con usted, pregúntese: ¿habré hecho algo para ganarme su desaprobación? Descúbralo.
2. ¿Cuál es el final del juego para mi jefe? ¿El jefe se está quedando o se está yendo? Si su jefe logra buenos resultados pero es antipático, no logrará ir a ningún lado.
3. ¿Qué me ocurrirá si presento resultados y soporto? Mientras espera que suceda algo, dedíquese por completo a su trabajo. Ni se le ocurra acusar a su jefe; 90% de las veces le sale el tiro por la culata al empleado.
4. En todo caso, ¿por qué trabajo aquí? Evalúe si está obteniendo algo y pregúntese: ¿tiene esto algún sentido? Si no es así, márchese con gracia.