¿Cruel y darwiniano?
Las compañías triunfan cuando los gerentes distinguen los mejores empleados de los peores. Los gerentes deberían rechazar a los débiles y cultivar a los fuertes. La compañía sufre cuando las personas son tratadas por igual.
Se deben invertir más recursos en los buenos negocios que en los malos negocios. Y debemos seguir el mismo principio con las personas. Los gerentes deben tratar a sus mejores empleados como estrellas. Los empleados comunes deben ser motiva-dos y deben recibir entrenamiento. Y los peores deben ser despedidos.
No es tan cruel como parece. Por lo general, los despedidos logran desarrollar carreras exitosas en otras industrias. Recuerde que la gente se siente bien y satisfecha cuando hace algo en lo que es buena. Con toda seguridad, los despedidos no servían para sus cargos.
En ciertas compañías, este proceso se ve afectado por el favoritismo y el amiguismo. Pero este es un sistema que no dura y que se derrumba por su propio peso. Una última cosa: la diferenciación sólo molesta a los peores.