Qué hacer antes de una confrontación crucial
El éxito tiene su fundamento en las palabras que usamos y en el modo de usarlas, que a su vez están determinados por nuestra forma de pensar.
Cuando entablamos una confrontación, es importante que nos ocupemos del verdadero problema, y que no tratemos a nuestro interlocutor como si fuera un villano, sino simplemente como una persona. A continuación, algunas preguntas que deben ser contestadas antes del enfrentamiento:
1. ¿Qué?
2. ¿Qué tal si…?
3. ¿Qué problemas deben ser tratados?
4. ¿Cómo debe ser analizado un problema múltiple?
5. ¿Qué aspectos del problema deben ser abordados primero?
Aprender a identificar el meollo del asunto no es tarea fácil. Cuando no hemos sido capaces de identificar el verdadero problema, nos encontraremos con las siguientes señales:
1. La solución alcanzada no resuelve el problema.
2. Un asunto es discutido una y otra vez: es posible que exista un problema más profundo que debe ser tratado primero.
3. Los ánimos comienzan a caldearse.
Por lo general, las personas carecen de suficiente tiempo para analizar los problemas con cuidado. Al analizar un problema:
1. Es importante determinar cuál de sus aspectos es el que más nos molesta.
2. Es preciso ser concisos: el problema debe poder ser resumido en una sola línea. De lo contrario, se corre el riesgo de no ser lo suficientemente claro al momento del enfrentamiento.