¿Qué es inteligencia colectiva?
La esencia de la inteligencia colectiva yace en el hecho de que varias personas (cada una dispone de poca información) presentan respuestas a un problema y obtienen una solución que promedia la respuesta que el grupo estaba previendo.
En la práctica, el concepto de inteligencia colectiva es el contrario de la llamada “opinión del experto”, que supone consul-tar a una persona que tenga un historial de buen juicio apoyado en su experiencia y conocimientos especializados.
La inteligencia colectiva tiene más que ver con lo que el grupo desea como un todo, que con la evaluación de la opinión de un experto.
Caso de estudio 1. El desastre del transbordador espacial (Challenger)
El 28 de enero de 1986, a las 11:38 am, el Challenger alzó el vuelo desde Cabo Cañaveral. Setenta y cuatro segundos más tarde, cuando estaba a 10 millas de altura, el transbordador explotó. Tan sólo ocho minutos más tarde, las noticias comenzaron a llegar a la Bolsa de Nueva York, y los inversionistas comenzaron a vender las acciones de los cuatro principales contratistas que habían construido el transbordador: Rockwell International (motores principales), Martin Marietta (tanques externos de combustible), Lockheed (base de soporte en tierra) y Morton Thiokol (los cohetes de combustible sólido).
Sólo treinta minutos después de la explosión, las acciones de Lockheed habían caído 5%; las de Martin Marietta, 3%; y las de Rockwell, 6%. Tanta gente quería vender las acciones de Thiokol, que hubo de ser declarado un alto en las ventas. Finalmente, cuando las ventas fueron reiniciadas, las acciones de Thiokol habían caído 12%.
En efecto, el mercado de valores había decidido por su cuenta que Thiokol era el principal responsable por el desastre del Challenger, y que esto tendría un gran efecto sobre el futuro de la compañía. Esto fue confirmado por el hecho de que, en los días sucesivos, las acciones de las otras tres compañías volvie-ron a sus niveles normales, mientras que las de Thiokol se mantuvieron en baja.
Seis meses más tarde, una comisión presidencial concluyó que un dispositivo fabricado por Thiokol había sido la causa del desastre. Thiokol fue responsabilizada por el accidente y las demás compañías fueron eximidas de toda culpa: tal y como había sido anunciado seis meses antes por el comportamiento de la bolsa.
Esta situación interesó a los investigadores. No encontraron ningún informe hecho por los ejecutivos de Thiokol o los bolsistas internos que admitiera la culpa de la empresa. Tampoco encontraron evidencia de que alguien hubiera vendido las acciones de Thiokol y hubiera comprado acciones de las otras tres compañías, lo que hubiera sido el comportamiento lógico de alguien que hubiera contado con información interna. Los investigadores no pudieron darle explicación racional alguna al hecho de que el mercado de valores tomara una decisión que meses más tarde resultaría correcta.
Caso de estudio 2. Buscando el USS Scorpion
Cuando el submarino estadounidense Scorpion se hundió en mayo de 1968, la Marina estaba ansiosa por recuperarlo. Todo lo que se sabía era la última ubicación proporcionada por el submarino y una vaga idea de cuánto debía haber navegado desde el último contacto por radio.
Para tratar de ubicarlo, un oficial naval dispuso de un equipo de expertos en diversas áreas (matemáticos, expertos en rescates, expertos en submarinos, etc.), y le pidió a cada uno que supusiera dónde debía estar el submarino. Dicha información fue utilizada en la llamada Fórmula de Bayes, un teorema capaz de sacar un promedio de las opiniones de todos los expertos. De hecho, el submarino no estaba en ninguna de las ubicaciones dadas por cada uno de los expertos individualmente, sino en la ubicación que había sido determinada colectiva-mente.
Cinco meses después de la desaparición del Scorpion, un barco de la Marina encontró el submarino a sólo 220 yardas del punto calculado por el equipo de expertos.