El astrolabio
En el siglo XII contaban con un cuadrante, instrumento que les permitía resolver problemas trigonométricos, especialmente referidos a la agrimensura. Hacia fines del mismo siglo, se avanzó en la invención de un cuadrante más complejo, el Quadrans Novus, realizado por el hebreo Profiat Tibbon.
«Dados dos puntos de referencia y conocida su posición recíproca, se puede encontrar el punto desde donde se efectúa la observación.»
Partiendo de este principio del cuadrante se perfeccionaron instrumentos antiguos de origen incierto, como el astrolabio y el sextante.
Desde la antigüedad, el estudio de las constelaciones se efectuaba con la ayuda de la esfera armilar, surgida de la necesidad de determinar la posición del sol y otras estrellas que no tenían una posición fija. Así se había realizado un globo provisto de varios círculos sobre los cuales estaba marcado el movimiento variables de las estrellas. Si se proyectan sobre un plano estos círculos con las ubicaciones, de la esfera armilar, se obtiene el astrolabio.
Los árabes perfeccionaron el astrolabio. Los antiguos navegantes se guiaban por la posición de las estrellas, tomando como referencia alguna estrella, como por ejemplo la estrella Polar, y así determinar con exactitud relativa el ángulo formado por la estrella con la vertical trazada desde el punto de observación, distinta de una posición anteriormente medida, para determinar la latitud.
El astrolabio servía también para ubicar las distintas posiciones de los astros y era utilizado también para resolver problemas astronómicos más complejos. Estaba formado por un círculo completo o una sección de círculo, dividido en grados, y constaba de un brazo móvil colocado en el centro del círculo. Cuando el punto cero del círculo se orientaba con el horizonte, la altura o acimut de un cuerpo celeste se podía medir observando el brazo.
Había algunos que estaban unidos a una brújula y servían de reloj y calendario. Su origen se le atribuye a los babilónicos, que habían construido un astrolabio esférico o armilar. Ptolomeo dio las bases para la realización del astrolabio planisférico. Pero otras investigaciones dan como dato que el primero que utilizó el astrolabio fue el astrónomo griego Hiparco de Nicea.
En la Edad Media se perfeccionaron estos instrumentos, pero todavía resultaban imprecisos. Recién en el Siglo XVI, el astrónomo danés Tycho Brahe construyó un astrolabio de tres metros de radio, con el que logró observaciones con precisión. Al poco tiempo se inventó el telescopio y los primeros sextantes, (Uno de ellos fue inventado por Newton). El sextante se basa en los mismos principios que el astrolabio y el cuadrante -como ya se ha dicho-, pero se vale de dos nuevos elementos: un largavistas y un juego de espejos, cuyo uso de precisión resultan efectivos después de los estudios de Newton y otros científicos, sobre óptica.
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