La rueda

He aquí un invento simple y antiquísimo. Sin embargo fue algo esencial para la evolución de maquinarias de todo tipo. La rueda es un elemento necesario en infinidad de inventos, tanto antiguos como actuales, desde los primitivos molinos, hasta la bicicleta, motocicleta, automóvil, avión, cosechadora, tractor, silla de ruedas, etc.

Para llegar a ciertos inventos, hubo que basarse en anteriores, que no por simples y primitivos son menos importantes. No se conocen nombres de inventores de la antigüedad, pero se lograron en esa época mecanismos e instrumentos que todavía se utilizan en ciertas actividades, como las máquinas agrícolas, las de la construcción, las comunes domésticas, etc.

Y es así como desde milenios se utilizaron aparejos, poleas, el engranaje, ruedas, que posibilitaron la aparición de otras herramientas y cuyo principio de la física fue resumido por Arquímedes en el siglo III antes de Cristo:» Cuanto más largo es el brazo de la palanca, tanto menor será la fuerza necesaria para mover un objeto».

El concepto de palanca, unido a la rueda dan estas posibilidades de ahorrar esfuerzos. Las ruedas más antiguas que se conocen fueron construidas en la Civilización Mesopotámica, alrededor de 3000 años antes de Cristo. Un milenio después aparecieron las ruedas con radios.

Al principio se la utilizó movida por animales o por hombres, como en el caso de la noria, y posteriormente se aplicaron mecanismos para suplantar estas fuerzas de tracción a sangre.

La rueda logró un uso más eficiente de la fuerza animal aplicado a la agricultura, fue la base para controlar la dirección de la fuerza; y fue empleada por las civilizaciones antiguas para los usos más diversos: rueda de carros, rueda con manivela para ascender baldes con agua de pozo, rueda de torno de alfarero, rueda de rueca, y la que comienza a utilizar la energía de la naturaleza: la rueda hidráulica, que consigue energía extraída de una corriente de agua, río o cascada. Esta última se utilizó para moler harina. También se reemplazaron las palas por baldes para extraer agua para riego.

Los griegos y romanos aplicaron la rueda hidráulica ampliamente. Y un ejemplo lo da la construcción por parte de los romanos, dos siglos antes de la era cristiana, de una usina hidráulica en el sur de Francia combinando 16 ruedas entre sí, las que hacían trabajar a 32 molinos, que producían casi una tonelada de harina cada uno.

Los árabes también emplearon la ruedan hidráulica en tareas agrícolas. Se transformó en la gran máquina de la Edad Media, utilizándose en molinos harineros, en aserraderos, martillos y bombas, para accionar fuelles, para la batanadura de la lana. Las grandes ruedas hidráulicas medievales de madera desarrollaban una potencia máxima de cincuenta caballos de fuerza. Y tanto se las empleó en posición vertical, como también en posición horizontal, para mover directamente una estructura vertical.

La energía hidroeléctrica posterior debe su mayor desarrollo al ingeniero civil británico John Smeaton, que construyó por vez primera grandes ruedas hidráulicas de hierro colado. La rueda da lugar a la invención del molino, que se trata en otro de los apartados de este sitio.

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