Evaluación una práctica formadora
La responsabilidad de la evaluación de la educación en las distintas instancias escolares no solo recae en los Directores y Docentes, si no vas más allá de simples muros y burocracia. Partimos de la convicción de que el gran salto hacia delante en la calidad de la educación básica sólo podrá venir de la propia sociedad, padres de familia, alumnos y todos los agentes involucrados directa e indirectamente en el proceso.
En el contexto de iniciativa educativa que se trata de llevar acabo en todo el país y en el rol de docente y ser humano que participa en la ardua dinámica social pedagógica, expongo algunas ideas relacionadas fundamentalmente con la evaluación educativa y su concepción desde una visión formadora y de transformación de conductas.
Desde hace mucho tiempo, la evaluación ha sido considerada un fin únicamente cuantitativo y mesurable de los individuos, dejando a un lado la idea que evaluar es un proceso de mejora o un medio para el perfeccionamiento escolar. Sin embargo, gracias a las investigaciones de diversos docentes, pedagogos y psicólogos, a las problemáticas que acontecían a América Latina en cuanto a política, economía y educación, la valoración de evaluar los procesos para seguir las metas a alcanzar tenía que tomar otra vertiente. Por ejemplo, la idea de evaluación se manifestaba con diversos significados: observar, medir, entender, comprender, actuar, planear, administrar, organizar etc. Pero ¿qué es realmente la evaluación? y ¿cómo se puede dar una evaluación formadora en los diversos contextos del que hacer educativo mexicano? Estas son las dos interrogantes que se plantean en este escrito para dar un punto de vista sobre el difícil concepto de evaluar.
La preocupación por una certera evaluación es uno de los tópicos que quizá es lo que mejor caracteriza a nuestro tiempo. De aquí surge la respuesta a mi primera interrogante ¿qué es la evaluación? A lo cual daré respuesta citando algunos conceptos para arribar a la propia definición que he tomado como trascendente y viable.
La evaluación es un proceso sistemático que permite comprobar el nivel de consecución de los objetivos de los planes de formación desarrollados, es decir, medida del grado de eficacia y de eficiencia de los mismos. Francisca Berrocal Berrocal. UCM Facultad de Psicología.
Otra de las definiciones de evaluación es la siguiente: La evaluación, señala que puede ser el instrumento de transformación en la institución escolar y considera que la misma puede producir cambios en la persona, los que se traducen en efectos educativos. Susana Carena de Peláez. La evaluación y sus potencialidades formadoras.
Otro concepto de evaluar es considerado como: un proceso de duración determinado que trata de valorar de manera sistemática y objetiva la pertinencia, el rendimiento y el éxito de los programas y proyectos concluidos en el curso. Ponencia sobre información social y seguimiento de políticas públicas. Caracas Venezuela
En fin, podríamos seguir citando un mundo de conceptos y afirmaciones sobre lo que es evaluar y nunca terminaríamos. Sin embargo, la reflexión va sustentada de que las posturas de conceptos y las palabras son netamente intangibles y las percepciones y la conciencia de las ideas son las que quedan con el ser y se transmiten con las acciones. Evaluar es un acto de auto reflexión personal. Aquel que sabe lo que tiene, que valora lo que existe y que respeta lo que se puede crear puede evaluarse así mismo y evaluar a los demás tomando en cuenta la formación valoral.
La evaluación educativa es un acto también de conciencia sobre el proceso (enseñanza-aprendizaje, agentes educativos, gestiones escolares, rendimiento, conclusión de objetivos). Por consecuencia, se puede mencionar que evaluar implica comparación entre los objetivos impuestos a una actividad intencional y los resultados que produce. Es preciso comprender no solamente los resultados, sino los objetivos, las condiciones, los medios, el sistema pedagógico y los diferentes medios de su puesta en acción.
Dentro de la evaluación educativa es necesario hacer hincapié a los cuatro momentos del proceso para realmente entender y hacer una valoración de la instancia educativa.
- Evaluación de contexto. Esto hace referencia a las necesidades que se marcan en los alrededores de la institución escolar.
- Evaluación de diseño –Se refiere a la programación organizada y sistematizada para el cumplimiento de los objetivos.
- Evaluación de proceso – Aquí es la puesta en práctica de las actividades reales basadas en el desarrollo de la observación y tratamiento de la información.
- Evaluación de resultados- Son los resultados del proceso cualitativo al final del proceso sistemático.
Es por consiguiente que en la planeación de la enseñanza en México se pretende que la evaluación educativa esté fomentada en el uso más significativo de las estrategias psicopedagógicas para favorecer a los alumnos y que presentan dificultades en el ámbito escolar, social y familiar; esto nos pone en el escenario principal a los docentes para tomar medidas para reorientar el proceso de nuestra enseñanza y fortalecer la educación para propiciar una objetividad en el amplio mundo de la educación.
Pasando a otro punto, la segunda interrogante ¿cómo se puede dar una evaluación formadora en los diversos contextos de nuestro país?
La evaluación formadora es una aspiración inconciente de todo ser humano, ¿quién soy?, ¿qué he hecho?, ¿cómo he apoyado?, ¿cuáles son los objetivos a alcanzar? etc. Esta visión de vida depende de la aptitud del que hacer personal. Por consecuencia, las herramientas objetivas de la evaluación formadora, abarcan todos los ámbitos y estructuras del conocimiento, constituyéndola en un mecanismo de auto ayuda, que aportará al aprendizaje gradual.
En las instancias educativas, la evaluación debería basarse en el aspecto valoral, de esta manera se perseguirían fines de igualdad de oportunidades y justicia social en contraposición a la marginación y la exclusión que la evaluación tradicional, concebida únicamente como medición, contribuye a consolidar.
Se puede observar en los distintos niveles educativos, que la evaluación se imparte como una práctica técnica y científica y no como un proceso de valores a formar o consolidar. Si pudiéramos comparar como se ha desarrollado la ciencia educativa y los avances tecnológicos e hiciéramos una analogía con la moral, la justicia, la libertad y la responsabilidad caeríamos en lo que sucede actualmente, un desinterés total con lo que pasa a los alrededores.
Es necesario que la evaluación como una práctica formadora se lleve acabo en todos los rincones diversos e inmensos de nuestro país, claro está, que es prescindible respetar las costumbres de los grupos sociales, dar opciones de mejoras en el proceso evaluativo y más aun, desarrollar la conciencia de la formación personal desde una postura objetiva del pensamiento humano.
De esta manera, la evaluación y la transformación del individuo no se daría solo en las aulas y los centros de trabajo, el proceso educación es un todo, un que hacer colectivo y personal. Sin embargo se debe partir de una idea, de un pensamiento común, aquella transformación de la conciencia debe enfocarse a la persona como ente capaz de transformar su realidad.
Parece ser que es una tarea complicada, imposible y utópica, sin embargo, en el que hacer educativo, específicamente a lo referente a evaluación como una práctica formadora, se puede empezar a desarrollar en el contexto en el que nos desenvolvemos. En mi caso, como docente de niños de educación primaria, la evaluación debe estar contemplada en las planeaciones, en todas y cada una de las actividades a realizar, en las estrategias didácticas a impartir, teniendo como sustento los trabajos de los alumnos, sus actitudes, su desempeño colaborativo y su interés de superación personal.
Evaluar significa ser objetivos ante la vida, ser conciente de la realidad para trasformarla en una mejora común.
Autor: Omar Enrique Suárez Mcliberty
Egresado del Centro Regional de Educación Normal de Bacalar Quintana Roo México. Actualmente cursando la maestría en nuevas tecnologías aplicadas a la educación en la universidad interamericana de Chetumal Quintana Roo México.