Alimentar al bebé, momentos de intimidad

El momento de alimentar al bebé, ya sea con pecho o biberón, nos da la oportunidad de establecer un contacto íntimo

El tiempo de alimentarlo es un momento privilegiado para transmitirle afecto y seguridad, para comunicarnos con él y para disfrutarlo.

Cuando alimentemos al bebé no conviene distraernos con otros asuntos.

Hay que estar atentos a todo lo que sucede entre nosotros y aprovechar ese tiempo para acariciarlo y hablarle, para aprender a conocerlo y a relacionarnos con él.

Si alimentamos al bebé con biberón, es necesario cargarlo y abrazarlo.

Nunca hay que dejarlo solo en la cuna para que él tome la botella. Además de ser peligroso, porque puede atragantarse, es muy triste que el niño no reciba la nutrición del cariño y la compañía de sus padres.

Amamantar es una actividad que da al bebé toda la alimentación y los estímulos que necesita

El pecho de su mamá lo nutre y lo protege de muchas enfermedades.

Pero también lo consuela, lo hace sentir seguro, tranquilo y querido.

La experiencia de amamantar debe ser gozosa, no sólo para el bebé sino también para su madre.

Si ella siente dolor al darle el pecho, el bebé percibe su incomodidad y es posible que se altere. Hay que consultar al médico para solucionar el problema.

¿Cómo come el bebé?

Empieza por un periodo corto en que succiona todo el tiempo porque tiene hambre. Luego hace una pausa para descansar.

Come y descansa, come y descansa. Cuando no está comiendo, la mamá lo mira, lo mueve, le toca las mejillas, le canta, le habla.

Al bebé le gustan estas pausas pues son una manera de decirle a su mamá que para él es tan necesario comer como comunicarse con ella.

La comida no es suficiente; necesita también el afecto.

Alimentar al bebé es relacionarse con él Si amamantamos al bebé, ¿cómo saber si ya comió lo necesario?

Bastan quince minutos de cada pecho para darle la leche suficiente a un recién nacido. Después, él mismo pide que aumente la cantidad.

Es asombroso cómo se establece una relación entre el apetito del bebé y la leche de la madre.

Entre más coma el pequeño, más leche tendrá su mamá.

preocuparse. A menos que haya problemas de salud, la madre producirá la leche necesaria.

El bebé da señales muy claras de que está comiendo bien.

Lo podemos notar si está contento después de comer, duerme tranquilo entre comidas, moja con frecuencia los pañales —entre seis y ocho veces al día— y aumenta de peso y tamaño.

¿Cuándo darle de comer? ¿Debemos seguir un horario o darle cuando él quiera?

Durante las dos primeras semanas hay que ofrecerle el pecho o biberón cuando llore.

Muy pronto aprenderemos si su llanto se debe al hambre o a otra causa.

Procuremos no darle nuevamente de comer si aún no han pasado dos horas de la última vez (contando a partir del momento en que empezó a comer y no cuando terminó).

Si se queda dormido, no dejemos pasar más de cuatro horas para que coma; hay que despertarlo y ofrecerle el alimento.

Después de las dos semanas podemos hacerlo esperar unos minutos para ir formando un horario de cada tres horas y luego de cada cuatro, más o menos.

Cuando es pequeño, el bebé debe comer por lo menos seis veces al día.

La participación del padre es importante en la alimentación del bebé

Si la madre amamanta al bebé, el padre puede hacerlo repetir; si el niño toma biberón, el papá tiene la oportunidad de alimentarlo tanto con la leche como con su cariño.

Pruebe algunas de las siguientes recomendaciones

– Cuando alimente a su bebé, aproveche ese momento de intimidad para transmitirle su amor.

– Mientras el pequeño come, comuníquese con él: háblele, cante, acarícielo.

– Cuando el bebé toma biberón, el padre puede encargarse de algunas comidas para expresarle su cariño.

– Dedique a su hijo el momento de su alimentación. No se distraiga con otras actividades.

– Nunca deje solo al niño en su cuna con el biberón.

– Después de las primeras semanas, trate de establecer un horario para las comidas del bebé. Esto facilita la vida de los padres y crea buenos hábitos en el niño.

– Cuantas veces sea posible, participen en pareja en la alimentación de su hijo.

Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura