El nuevo producto
Categóricamente, el producto se concibe como aquello que confiere valor a la labor de intercambio.
En un plano amplio, el producto comprende un conjunto de atributos tangibles e intangibles, unidos de tal forma que son identificables en una sola identidad.
Ya sea un bien, un servicio, una idea, una persona, un lugar, una postura o un proyecto.
El concepto de un nuevo producto, sin embargo, contempla otro aspecto que es de suma importancia: su ciclo de vida.
Es decir, aquellas etapas por las que este atraviesa, desde su concepción hasta su desaparición, cuyas estrategias de posicionamiento determinarán si el producto será –en dado caso– duradero o si su recorrido será muy limitado.
El ciclo de vida de un producto abarca 5 etapas: (1) desarrollo, (2) introducción),
(3) crecimiento, (4) madurez y (5) declinación, las cuales pueden variar en cuanto a estructura y duración, dependiendo del producto.
Cada una de ellas requiere de estrategias especializadas en comunicación y mercadotecnia, no sólo para la buena administración de un negocio, sino para la generación de un concepto publicitario que sea congruente con los objetivos planteados por la empresa.
Cada etapa, cabe señalar, representa nuevos riesgos y nuevas oportunidades para una empresa.
Fuente: Apuntes Planeación de Campañas de la U de Londres