Fase de investigación

La campaña comienza con el acopio y el análisis de la información proporcionada por el anunciante.

Y aunque este puede proporcionarla de palabra, lo más conveniente es que lo haga por escrito, a través del ‘brief ’.

Ya que de esta manera, el ejecutivo logra transmitir la petición del cliente al equipo inicial de personas que van a participar en la campaña.

En dado caso de que la información proporcionada no sea suficiente para tomar las decisiones pertinentes, la agencia debe poner en marcha un plan de investigación, mismo que se encarga al departamento correspondiente, o bien, a una empresa especializada.

En todo caso, lo que se persigue es un buen conocimiento de la situación.

Nunca antes, la investigación había sido tan apreciada en publicidad como en este momento.

Quizá el factor que más ha contribuido con esta situación, es el hecho de que el anunciante se ha vuelto más exigente con los resultados de sus campañas.

Por ello mismo, la investigación –también– debe planificarse, definiendo aquellos objetivos, estrategias y técnicas que sean más adecuados para cada caso, en función del cliente, de los recursos y de los tiempos disponibles.

Sobre esta misma línea, la fase de investigación supone una labor previa y posterior al desarrollo de la campaña, casi siempre continua e inacabada.

Por una parte, es conveniente llevar a cabo ‘investigación previa al plan de publicidad’, con el propósito de obtener aquella información que nos permita definir –con fundamento– tanto el mensaje como los medios de difusión óptimos para el público al cual nos dirigimos.

Por otra, es necesario hacer ‘investigación posterior al lanzamiento de la campaña’, que nos permita estimar el grado de eficacia con el que se han alcanzado los objetivos, así como las razones que lo explican.

Fuente: Apuntes Planeación de Campañas de la U de Londres