Función
En la medida que consideremos a cada letra como una forma, como una gestalt, y a los conjuntos de letras y números – sílabas, palabras, frases, oraciones, textos, versos, cifras, signos de puntuación – como grupos organizados de formas, podemos considerar a la tipografía como una serie de signos tipográficos conmutables y combinables.
El alfabeto se erige así en una totalidad gestáltica constituida por una serie de módulos de estructura similar, no idéntica. Cada letra o número, es un módulo de la serie.
Cada signo es igualo distinto al otro, pero todos están unidos por afinidades estructurales que los asocian.
La forma de cada signo depende de factores históricos, morfológicos, lingüísticos, comunicativos y estilísticos.
El alfabeto occidental romano tiene 27 mayúsculas, 27 minúsculas y 10 números; y su estudio puede encararse desde dos puntos de vista: el histórico y el estructural.
Por el carácter proyectual de esta obra y por nuestra interpretación orgánica del acto de Diseño, auspiciamos una óptica sintetizadora de ambos.
El conocimiento de la estructura formal de la tipografía en los contextos histórico y socio-cultural, proporciona al diseñador la osatura imprescindible para abordar el procesamiento creativo de los signos alfabéticos y una comprensión de la influencia de la tipografía en el proceso evolutivo de la comunicación escrita e impresa
Fuente: Taller de Tipografía Avanzada de la U de Londres