Razón de los miedos intensos
Si nuestro hijo se siente protegido y comprendido, es probable que sus miedos sean menos intensos y que se anime a enfrentarlos. Lo que quiere un niño es ser “grande”
Cuando logra superar sus temores, siente una gran satisfacción. Al atreverse a tocar con el dedo la cola del gato, piensa: “Cuando era chiquito, le tenía miedo a los gatos, pero ya no”. Los padres debemos ser solidarios: “Qué bien que hoy pudiste controlar tu miedo.
Te licito”. Desde luego que el pequeño no está tan seguro de no volver a sentir temor, pero haberlo vencido en una ocasión le hace confiar en que en el futuro va a tener más fuerza y valor.
Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura