Razones por las que el niño miente
Una de las razones por las que el niño miente es que escucha a sus padres decir cosas que no son ciertas
A veces, los adultos mentimos por comodidad, para no quedar mal, o para no herir los sentimientos de los demás. Un ejemplo: la tía, que es realmente gorda, pregunta: ¿Verdad que se me nota que he bajado de peso? El niño nos ha escuchado comentar la gordura de la tía y sin embargo ahora decimos: ”Sí, tía, te ves mucho más delgada”.
El pequeño no es capaz de distinguir y de entender las “mentiras piadosas”, así que es mejor acostumbrarnos a otro tipo de respuestas: “¿Y cuántos kilos has bajado, tía?”
Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura