Consolar y hablar
Consolar en cuanto el pequeño se tranquilice, debemos abrazarlo, acariciarlo y ayudarle a encontrar una solución.
Hablar después de los dos años, cuando el niño sea capaz de entender, tratemos de explicarle que comprendemos lo difícil que es no poder hacer o tener las cosas que quiere.
Él se está preparando para que cuando sea más grande pueda decidir lo que le conviene hacer o tener y lo que no.
Mientras crece, a veces está bien protestar, aunque perder el control puede llevarlo a lastimarse y a sentirse mal.
Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura