Las disculpas
Sin embargo, las disculpas pierden su efecto educativo cuando los golpes o gritos se repiten con frecuencia. Pudiera ser que algunos padres hayamos aprendido a actuar de manera agresiva si siendo niños recibimos golpes o castigos severos.
Es necesario reconocerlo y ser conscientes del daño y el dolor que eso nos causó para no repetirlo con nuestros hijos.
Es posible llegar a controlar las tendencias violentas si lo decidimos y si solicitamos la ayuda necesaria, incluso el apoyo de algún especialista.
Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura