Los premios
Los premios tampoco ayudan al niño a convertirse en una persona responsable. “Si te acabas la sopa te compraré una muñeca.” “Si levantas la mesa, te daré un dulce”. Desde luego, las recompensas sí funcionan en el momento. El problema es que, al usarlas con frecuencia, el niño crece esperando que alguien lo premie por cada acción que realiza, y no aprende a ser responsable e independiente.
Cuando el niño actúa solamente por un beneficio externo, pierde la oportunidad de sentir satisfacción por el logro personal.
Fuente: Guía para padres de la Consejería de Educación y Cultura del gobierno de Extremadura