Planificar una idea general
Todos hemos soñado con tener fama y fortuna y con merecer el respeto y la admiración de los demás.
Para que nuestros sueños se conviertan en realidad, debemos establecer metas específicas y mensurables, con límites de tiempo realistas y alcanzables.
Esto mismo se aplica a las organizaciones. Las metas son importantes, cuando menos, por cuatro motivos:
1. Las metas proporcionan un sentido de dirección: Cuando no existe una meta, las personas y sus organizaciones suelen avanzar confundidas, reaccionando a los cambios del ambiente sin un sentido claro de lo que quieren lograr en realidad.
Al establecer metas, las personas y sus organizaciones refuerzan su motivación y obtienen una fuente de inspiración que les sirve para superar los obstáculos que inevitablemente se les presentan.
2. Las metas permiten enfocar nuestros esfuerzos: Toda persona u organización con recursos limitados y una amplísima serie de posibilidades para usarlos.
Al elegir una sola meta, o una serie de matas relacionadas, establecemos prioridades y nos comprometemos con la forma en que usaremos los recursos limitados.
Esto resulta muy importante en el caso de la organización, pues los gerentes tienen que coordinar las acciones de muchas personas.
3. Las metas guían planes y decisiones: ¿Quiere llegar a ser campeón de ajedrez? ¿Campeón de gimnasia?.
Las respuestas a estas preguntas darán forma a sus planes a corto y largo plazo y le servirán para tomar muchas decisiones fundamentales.
En las organizaciones, las personas deben tomar decisiones similares, que resultan más claras cuando se pregunta ¿cuál es nuestra meta?, ¿servirá esta acción para acercarnos o para distanciarnos de la meta organizacional?
4. Las metas sirven para evaluar nuestro avance: Una meta definida con claridad, mensurable y con un límite de tiempo concreto se convierte en parámetro de los resultados y permite a las personas y a los gerentes evaluar los avances logrados.
Por tanto, las metas forman parte esencial del control; es decir, el procesopara asegurarse de que los actos se ajustan a las metas y los planes elaborados para alcanzarlas.
Si descubrimos que nos estamos alejando de un curso o si surgen contingencias inesperadas, podremos tomar medidas correctivas modificando nuestro plan.
Como prueba de la importancia de las metas, piense en el caso del Club del Libro del Mes, una añeja organización en dificultades. su anzuelo para las ventas, ofrecer un precio mejor, estaba siendo afectado porque cadenas nacionales de librerías como B. Dalton y Waldenbooks seguían rebajando sus precios (tras incluir cargos de envío y manejo) sobre casi todos los bests-sellers.
Los gerentes del Club del Libro decidieron que, como los cargos de embarque y manejo eran inevitables en el negocio de pedidos por correo, había llegado el momento de aplicar otra estrategia de comercialización; que eso era lo menos que se requería para seguir siendo competitivos.
Establecieron otra meta y un tema más suave, con el «Entregamos algo más que libros». El plan del «más que libros» entrañaba usar bases de datos computarizados para analizar qué estaban pidiendo los clientes y detectar qué les interesaba.
Los gerentes del Club del Libro, al parecer, están persiguiendo ahora la meta de establecer relaciones duraderas con sus clientes por medio de ofertas de libros de acuerdo con sus intereses particulares.
Fuente: Apuntes de la materia de Administración 2 de la Unideg