Morteros

La formación normal del mortero es a base de cal o cemento-arena y agua; la arena actúa como materia inerte, para dar solidez a la masa desecada y evitar resquebrajamiento.

La característica de todo mortero es endurecerse con el tiempo y formar una masa común con los materiales a los que se une.

Los morteros pueden ser simples y compuestos. Los morteros simples son aquellos en que sólo interviene el aglomerado disuelto en la cantidad de agua suficiente o sea que se prescinde de la materia inerte (arena).

Los más comunes son el de arena, que es el mas económico su principal aplicación ha sido en construcciones rurales, muros de cerca, tapias, muros de contención de tierras, etc., y el de yeso, que puede hacerse seco o fluido.

La resistencia del mortero compuesto de yeso (yeso, arena y agua) crece a medida que transcurre el tiempo. Sus aplicaciones son para revoque y enlucido de muros y paredes interiores, techos bóvedas, etcétera.

También existen los morteros de cemento, que se usan generalmente para trabajos de mayor resistencia.

Mortero de cemento rápido. Sus aplicaciones son en doblado de bóvedas y bovedillas. Por su fraguado instantáneo, el mortero tiene una buena aplicación en cuanto a los escapes de agua.

Mortero de cemento lento. Es mucho más denso, y se endurece bien en el agua. Su fraguado dura de 15 a 20 días, según su calidad. Se usa en sitios donde se requiere mayor unión en los muros, como son hileras de apoyo de las viga, aplanados exteriores, etcétera.

Fuente: Manual de autoconstrucción, manos a la obra de IMCYC