La Preferibilidad de los Valores

Esta propiedad es el mismo corazón del valor. Consiste principalmente en esa particularidad por lo cual los valores atraen la atención hacia sí mismos la atención, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los capta.

Cuando el hombre se encuentra enfrente de varias cosas, este prefiere las que encierran un valor.
Esta característica de atracción surge ante la imperfección que muestra el ser humano y la necesidad que tiene éste de eliminarla, complementándose con otros objetos, otros entes que de alguna manera llenan o satisfacen su hambre de desarrollo y de plenitud.

A partir de esta polarización: el atractivo de los valores por un lado y la precariedad humana por el otro, el valor se ha convertido en el satisfactor normal de la naturaleza humana imperfecta y necesitada. El valor es le alimento del ser humano como tal, es el ente que se adecua a la naturaleza humana dada su calidad de ente en desarrollo y evolución. Captar los valores es lo mismo que reconocer el alimento adecuado la propia naturaleza, a las propias facultades necesitadas de algún complemento que las satisfaga.

Pero existe una situación precaria en la naturaleza humana, la ceguera axiológica, es decir la incapacidad para reconocer por sí mismo cierto tipo de valores. Nos muestra que el hombre requiere un desarrollo especial para poder captar ciertos valores.

Cuando se nace se tienen instintos y necesidades, por lo la persona busca instintivamente los bienes que lo satisfacen, pero con el tiempo se va desarrollando y empieza a encontrar y apreciar poco a poco otros valores, que antes le eran indiferentes.

Con la educación y la cultura, un individuo aprende a reconocer y apreciar valores cada vez más refinados. Pero sin esa educación y cultura, el horizonte axiológico del individuo se queda limitado, y aunque él quiera no podrá aprecia cierto tipo de valores como por ejemplo la belleza artística, ya sea en la música, en la pintura o en la literatura. Esto tiene mucho que ver con la situación en que se encuentre cada individuo, no todos nos cultivamos por igual.

Pero es peor la ceguera axiológica en el plano de lo moral, ya que el adulto que no tiene la capacidad de captar y apreciar el valor de la virtud, que no encuentre la diferencia entre lo malo y lo bueno, sufre de una verdadera privación y no de una simple negación. Es por ello que debe existir una educación axiológica en el que al niño se len todos los elementos para crearle un ambiente en donde pueda asomarse a los valores que le van a proporcionar la satisfacción de una naturaleza normalmente en crecimiento y en busca de plenitud. Es importante orientar su motivación axiológica hacia los valores que lo motiven sin perjudicar a nadie más.

Otros de los aspectos por los cuales los valores son preferibles es por su trascendencia, trascender significa estar mas allá; por lo tanto; este término nos indica que los valores sólo e dan con perfección mas allá de este mundo, no aquí.

Y al buscarlos nosotros y aceptarlos como una guía en nuestros actos, nosotros trascendemos con ellos.

Fuente: Apunte de Ética Para el Diseño Gráfico de la U de Londres