Control de riesgos en la intervención en el siniestro
Antes de iniciar las operaciones de rescate, se procederá al control de todos los riesgos posibles para el personal que interviene, como derrames de combustible, presencia de productos peligrosos, líneas eléctricas caídas, daños en estructuras portantes de puentes o edificios afectados, posibilidad de irrupción de otros vehículos, existencia de obstáculos para la intervención, etc.
Siempre será imprescindible utilizar las prendas de protección de riesgo físico, químico y/o biológico (casco, guantes, gafas de protección, botas, chaquetón, etc.).
Siempre se señalizará la situación para hacerse ver. En intervenciones nocturnas, se asegurará una intensa iluminación de la zona de intervención.
En caso de incendio que pueda afectar a personas atrapadas, deberá extinguirse de inmediato antes de que se inicie el rescate, salvo que se disponga de personal suficiente para simultanear ambos objetivos.
Aunque no haya incendio, siempre se estará preparado para una extinción inmediata con extintores, lineas de agua, lineas de espuma, palas para echar tierra en derrame, etc. y preparando una línea de protección para atacar el fuego en caso de que se inicie mientras se trabaja en el rescate.
Es imprescindible impedir toda posible fuente de ignición en el lugar del accidente y en sus inmediaciones.
En particular, se pedirá a las Fuerzas de Seguridad que no permitan que nadie fume ni utilice mecheros o cerillas cerca de la zona del accidente. Si el motor continúa funcionando, se apagará de inmediato.
En general, siempre se desconectará la batería del vehículo, para evitar el riesgo de incendio, teniendo en cuenta que si los vehículos accidentados están dotados con cierre eléctrico de puertas y ventanillas, debe asegurarse primero la apertura de las puertas.
No se debe iniciar la intervención si no está garantizada la estabilidad del vehículo así como de todos los elementos involucrados en el accidente que puedan desplazarse durante la intervención. Para asegurar esa estabilidad, se inmovilizará el vehículo utilizando freno de mano, cabrestante, calzos, puntales, eslingas, trácteles, cojines hinchables, etc.
Finalmente, debe comprobarse la existencia de “air-bags” que no se hayan disparado con el accidente.
Es posible que salten durante las operaciones creando situaciones de riesgo que deben neutralizarse utilizando equipos adecuados para prevenir ese disparo o, como mínimo, permaneciendo atentos a esa posibilidad.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete