Emergencias de origen geológico
Fundamentalmente, los fenómenos naturales de origen geológico tienen su origen en la corteza de la Tierra. Los más importantes, en cuanto a su potencialidad para causar grandes desastres, son:
– Movimientos de rocas y tierras
– Sismos y tsunamis
– Erupciones volcánicas Otros fenómenos, como erosión, desertización, dinámica de litorales, etc., aunque de gran importancia desde un punto de vista ecológico, no suelen afectar directamente a las misiones de los Bomberos.
La gravedad de los siniestros y desastres provocados por los fenómenos de origen geológico no dependen, sólo, del hecho en sí, sino de la concurrencia de un conjunto de factores cuya resultante determina los efectos negativos, sin olvidar la posibilidad de concatenación de siniestros en diferentes fases.
Debe destacarse que las zonas más pobladas del mundo suelen ser las mismas que presentan los mayores riesgos de desastres naturales.
Un pequeño ejemplo de ello, en la provincia de Albacete, es el de Alcalá del Júcar, una población históricamente afectada por inundaciones y desprendimientos de rocas, que crece precisamente en las áreas de mayor peligro, mientras que a escasas decenas de metros se dispone de terreno más que suficiente para que se ubicara una gran ciudad sin ninguno de esos riesgos.
Las causas de esta tendencia natural del ser humano estriban en dos factores, el primero es que suelen ser las zonas más ricas en posibilidades económicas (agricultura, turismo, industria, minería), el segundo es que los desastres naturales se repiten (período de retorno) en plazos más o menos largos que inducen una falsa sensación de seguridad en la población que incluso llega a reaccionar violentamente contra cualquiera que pretenda imponer medidas restrictivas dirigidas a la prevención de daños en el futuro si eso afecta a sus intereses económicos inmediatos.
Conseguir un adecuado nivel de protección para la población amenazada por siniestros y desastres naturales, pasa por la elaboración y puesta en marcha de planes especiales y territoriales de emergencia, que tengan por objeto tanto la neutralización de los riesgos, como la organización de la respuesta a las situaciones de emergencia que pudieran producirse.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete