Reacciones de degradación orgánica y pu trefacción
Cuando las materias orgánicas reaccionan en presencia del aire, se produce una oxidación o combustión dando lugar, si la reacción ha llegado a su fin, a anhídrido carbónico y agua.
Sin embargo, cuando la materia orgánica no se pone en contacto con el aire, o éste se encuentra en escasa cantidad, las reacciones que tienen lugar son muy distintas.
Con pequeña cantidad de oxígeno, el carbono, elemento principal de la materia orgánica, da lugar a monóxido de carbono, gas muy tóxico.
El carbono restante puede reaccionar con el hidrógeno, también componente de la materia orgánica, dando lugar a hidrocarburos, de los que el más conocido es el metano también llamado “gas de los pantanos”, en los que la materia orgánica bajo el agua no tiene oxígeno del aire para verificar la oxidación.
Otro tanto ocurre en las minas con el llamado gas “grisú”, también constituido a base de metano. Otros elementos constituyentes de la materia orgánica, aunque en menor cantidad, son el nitrógeno y el azufre.
El primero de ellos da lugar, con el hidrógeno, a azocompuestos y aminas, entre las que cabe destacar la prutescina y la cadaverina, que se forman en la descomposición de los aminoácidos correspondientes y se encuentran entre los productos de putrefacción en el intestino, dando un olor intenso y desagradable.
Por su parte, el azufre en estas condiciones da lugar a los metacaptanos y, en último lugar, al ácido sulfhídrico, todos ellos de olor desagradable.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete