Estados de la materia
La materia se puede presentar, en su conjunto, en tres estados fundamentales: sólido, líquido y gaseoso.
En el estado sólido, las fuerzas de cohesión son mayores que las fuerzas de repulsión, aglutinando a las moléculas, de manera que la materia presenta un volumen constante y una forma invariable determinada.
Por esta razón, los sólidos son duros, rígidos, no pueden fluir y la fuerza de la gravedad actúa sobre el conjunto de moléculas.
En el estado líquido, tanto las fuerzas de cohesión como las de repulsión tienen magnitudes iguales, de manera que las fuerzas de cohesión mantienen el contacto de unas moléculas con otras y las fuerzas de repulsión permiten que las moléculas se muevan unas alrededor de las otras.
Por este motivo, los líquidos se caracterizan por tener un volumen constante y una forma variable (adaptándose y tendiendo a ocupar la parte baja del recipiente que los contiene). La fuerza de la gravedad actúa independientemente sobre cada molécula.
La capacidad de adaptación al recipiente que los contiene hace que los líquidos puedan fluir (viscosidad) y que, la superficie quede plana y horizontal cuando está libre.
Los líquidos, al tener su volumen propio, son difícilmente compresibles. Una presión de 2.000 Kg/cm2 reduce el volumen de una masa de agua a un 90% del valor que tiene a la presión ordinaria (1 Kg/cm2 ).
En el estado gaseoso, las fuerzas de cohesión son casi nulas y las de repulsión muy grandes, permitiendo a las moléculas moverse libremente.
Como consecuencia de ello, los gases se caracterizan por tener una forma y un volumen variable. Los gases tienen una capacidad de expansión infinita y son fácilmente compresibles.
Sus moléculas se expanden, ocupando todo el espacio disponible, por lo que sólo pueden conservarse en recipientes totalmente cerrados, fuera de los cuales se dispersarían en la atmósfera.
La velocidad con la que estos fenómenos ocurren, depende de la difusibilidad del gas, sin que la fuerza de la gravedad tenga una gran influencia sobre los mismos.
Por lo tanto los gases tienen forma y volumen variable. Los gases, al contrario que los sólidos y los líquidos, son compresibles, es por ello que siempre que nos referimos a un volumen determinado de un gas, debe indicarse a qué presión y temperatura se ha medido, cosa que generalmente no es preciso indicarlo en el caso de los sólidos y líquidos.
Una masa de aire a la presión ordinaria reduce su volumen al 90% con una sobrepresión de 0,11 Kg/cm2 .
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete