Gases licuados del petroleo
Estos gases forman con el aire mezclas detonantes. El mejor agente extintor es el polvo químico seco. El agua en forma de niebla, además de económica, es doblemente eficaz, ya que favorece el enfriamiento del recipiente a la vez que utilizando lanzas adecuadas nos sirve de escudo protector para acercarnos al fuego.
– Tuberías y conductos de gas.
En el caso de un escape de gas inflamado se deberá refrigerar el recipiente incendiado y los más próximos si los hay, después se intentará cortar el flujo de gas desde la válvula más próxima.
Nunca se intentará apagar un fuego de gas sin tener la seguridad de que, a la vez, podemos cortar el flujo de gas, ya que las consecuencias serían muy graves al llegar la masa de gas en porcentaje explosivo a un punto de ignición, provocando una explosión.
En este caso se deberá:
– Alejar a espectadores y curiosos.
– Analizar cómo se podrá cortar el flujo de gas (cerrar botellas o válvulas, obstruir aberturas). Si es posible, hacerlo inmediatamente.
– Ventilar enérgicamente.
– Enfriar los recipientes alcanzados por el fuego y los próximos.
– No se procederá a la extinción del fuego hasta no estar seguros de poder cortar el flujo de gas. En el caso de un escape de gas no inflamado, el peligro de explosión es elevado. Para evitarlo se debe:
– Alejar a espectadores y curiosos.
– Cubrir la zona afectada con agua pulverizada.
– Prohibir fumar y manejar aparatos eléctricos o susceptibles de provocar chispas.
– Prohibir la circulación de vehículos.
– Airear, ventilar lo más posible.
– Utilizar aparato respiratorio.
– Apartar todos los materiales que podrían ser alcanzados por un fuego o explosión.
– Localizar el punto de escape (jamás utilizar llamas para ello).
– Obturar el escape, cerrando la válvula que corresponda o, provisionalmente, con trapos, masilla o cinta adhesiva.
– En todo caso avisar a los técnicos correspondientes de la compañía del gas.
– Botellas y tanques fijos de butano o propano. La extinción de un fuego producido por GLP no tiene, en sí, ninguna dificultad.
El polvo químico seco de bicarbonato sódico es de gran eficacia.Pero extinguir el fuego sin tener la absoluta seguridad de que va a eliminarse inmediatamente la fuga de gas, encierra grave peligro ya que, de no conseguir eliminar dicha fuga, se podría acumular gas en grandes cantidades y provocar una explosión o un incendio mayor que el inicial.
Las botellas de tipo doméstico, así como los tanques fijos, disponen de válvulas de seguridad cuya apertura tiene lugar a dos tercios de la presión de timbre.
En teoría, un excesivo calentamiento de uno de estos depósitos haría elevar la presión del butano o propano que contiene y se abriría la válvula de seguridad.
El gas licuado contenido sufriría entonces una brusca evaporación que provocaría su enfriamiento y un inmediato descenso de la presión, lo que disminuiría el peligro de explosión del depósito. Las botellas llamadas de “camping-gas” (color azul) no disponen de válvula de seguridad, lo que las hace mucho más peligrosas en caso de incendio.
En el caso de incendio de alguna botella de butano o propano en el interior de un local o edificio, es absolutamente necesario retirarla, procurando no apagarla hasta que se halle lejos de todo posible punto de ignición.
Al transportarla debe mantenerse en posición vertical, con la válvula en la posición más elevada, para impedir la fuga en fase líquida. En el incendio de un almacén o camión de reparto de botellas, se impone una rápida y decidida intervención para separar las botellas incendiadas y trasladarlas a lugar seguro, separadas unas de otras.
Se enfriará con agua abundante, incluso las botellas no incendiadas, antes de cualquier otro trabajo y siempre se evacuará la zona. La extinción se debe llevar a cabo vigilando que no existen puntos de ignición que puedan reinflamar el gas.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete