Productos químicos
Por lo general, estos fuegos son peligrosos por:
– La inflamabilidad de ciertos productos.
– Los riesgos de explosión al formarse mezclas detonantes.
– El desprendimiento de vapores nocivos o corrosivos.
– Las proyecciones de ácidos o materias causticas.
En todos los casos se seguirán los procedimientos establecidos para la intervención ante materias peligrosas. En general, y como mínimo, deberemos:
– Informarnos por personal autorizado de la empresa de la naturaleza y cantidad de productos que arden. En todo caso desconfiar de la información y adoptar las máximas medidas de precaución ante la posibilidad de encontrarse con productos de los que no se haya dado cuenta.
– Mantener alejados a espectadores y curiosos.
– Emplear aparatos respiratorios.
– Atacar el fuego de forma masiva, procurando, como siempre, fijar el fuego impidiendo su propagación y protegiendo estructuras y paredes.
– Si es necesario o conveniente el traslado de determinados productos, conviene que lo hagan especialistas de la empresa.
Alcohol. Si el fuego es todavía de poca importancia, se podrá combatir con polvo, espuma, CO2, agua pulverizada.
Cuando el fuego se haya propagado, utilizar agua para diluir el alcohol, disminuyendo su combustibilidad, y espuma antialcohol para extinguir.
Hidrocarburos líquidos. Las gasolinas, éteres, petróleos y aceites no se mezclan con el agua. Estas sustancias, sobrenadando, pueden continuar ardiendo y extender el fuego por las proximidades e incluso por el alcantarillado.
Si se trata de un conato de incendio, se atacará con extintores de polvo químico seco.
Si el fuego es violento se atacará con los máximos establecimientos de espuma y con polvo químico seco, si es posible.
Si son depósitos metálicos los afectados, es necesario, además de intentar sofocar el fuego, enfriar las paredes con agua pulverizada, protegiendo y enfriando los depósitos cercanos.
Se debe procurar que no caiga gran cantidad de agua en el interior de los depósitos para evitar desbordamientos.
Los fuegos en calderas de gasóleo para calefacción suelen originarse por mal funcionamiento de los quemadores.
Se deberá:
– Cortar el paso de combustible a la sala de calderas y al quemador.
– Actuar siguiendo los criterios establecidos para el fuego en sótanos.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete