Almacenamientos de carbón

Al aire libre:

Si el volumen de carbón incendiado es reducido lo apagaremos fácilmente atacándolo con agua.

Si el volumen es considerable, lo atacaremos con agua a chorro y presión alta, mientras que, por medio de zanjas, se separa la masa afectada de la que no lo está. El carbón incendiado se irá apagando a medida que se va dispersando.

Silos de carbón:

En primer lugar se intentará aislar el silo incendiado extinguiendo todo fuego a su alrededor.
Si la masa de carbón no es muy grande se puede apagar inundándola de agua.

Si no es posible tal medida, o se ve que es impotente, se debe despejar y extender el carbón al aire libre.

Al trabajar hay que utilizar equipo respiratorio autónomo y ventilar todo perfectamente para evitar la asfixia por monóxido de carbono.

Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete