Naves industriales
Construidas, en general, con pilares y cerchas de acero, el mayor riesgo para los Bomberos en estos incendios es que un fuego de pequeñas dimensiones aparentes que afecte a un solo pilar puede provocar un derrumbamiento súbito de toda la estructura.
Por ello, no debemos acceder al interior sin asegurar un constante con- trol dirigido a detectar deformaciones en los elementos estructurales que puedan ser indicio de colapso de algún elemento.
Es fundamental informarse, antes de iniciar la intervención, sobre la posibilidad de existencia de productos químicos explosivos, inflamables, tóxicos o corrosivos (por su propia naturaleza o por los efectos de su contacto con el agua proyectada).
Es importante, para evitar la concentración de calor y humo en el interior, abrir huecos en la cubierta situados directamente encima de los focos más fuertes.
Aunque las corrientes de aire favorecerán el fuego, facilitarán la visibilidad y las condiciones de trabajo para permitir una actuación enérgica y rápida en la extinción.
En el caso de una nave industrial aislada, puede convenir abrir boquetes en los muros perimetrales para proyectar agua al interior con el fin de extinguir los materiales que arden o de proteger la estructura y los materiales que no arden.
Si la nave industrial es colindante a otras construcciones, se deben evitar la propagación del fuego por derrumbamiento de las paredes medianeras.
Según sus características constructivas, puede optarse por refrigerar esas paredes.
Igualmente, se valorará si conviene apartar los combustibles almacenados junto a esas paredes y se revisará el interior de las construcciones colindantes para adoptar las medidas que procedan a fin de evitar la propagación del fuego hasta ellas.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete