Final de las operaciones
No es frecuente que la extinción de un incendio se produzca de forma súbita. En general, distinguiremos tres fases:
-Incendio controlado: Cuando se ha conseguido detener su propagación, de forma que, aunque queden partes que siguen ardiendo, no es previsible que pueda seguir extendiéndose.
Es importante, en esta fase, pedir el envío de cisternas o tanques de apoyo y dosificar la cantidad de agua proyectada hasta que lleguen.
–Incendio dominado: Cuando, además de haber conseguido detener su propagación, ha disminuido la intensidad del fuego en las partes que siguen ardiendo hasta tal punto que puede asegurarse que no seguirá propagándose.
En éste momento, al enfriarse la estructura, se contraerá y puede haber un riesgo de derrumbamiento, por lo que deberán extremarse las precauciones.
Debe tenerse en cuenta, que según los materiales que han ardido pueden quedar brasas, puntos calientes o focos ocultos que pueden provocar una reignición súbita.
–Incendio extinguido: Cuando ya no existe peligro de reproducción, por no quedar materiales en combustión ni calientes.
El trabajo de los Bomberos no acaba cuando el incendio está extinguido. A partir de ese momento, deben realizarse las siguientes actuaciones:
–Inspección de daños: Consiste en el reconocimiento de los lugares afectados por el siniestro, para determinar los materiales que han ardido, la estabilidad de la estructura, etc.
En particular, siempre debemos comprobar que no han quedado víctimas ocultas entre los escombros.
Aunque los testigos aseguren que no había nadie en el edificio antes de que se iniciara el fuego, siempre se debe considerar la posibilidad de que alguien hubiera entrado sin que nadie lo supiera.
En el caso de la estructura, se debe controlar si existen grietas o deformaciones y, en caso de sospechar daños, pedir la presencia de un técnico que determine si es necesario apear o sanear alguna zona y si el edificio está en condiciones de habitabilidad o, por el contrario, se debe avisar a la Policía Local para que acordone y prohíba el acceso al interior.
–Operaciones de rehabilitación: Destinadas a limitar en lo posible los daños ocasionados por el incendio.
Según los casos, procederá:
-El achique del agua de extinción.
-El traslado al exterior de maquinaria, enseres o materiales.
-La ventilación.
-El apeo de las partes de la estructura que puedan amenazar ruina.
-La revisión de las instalaciones eléctricas, de gas, de calefacción, etc.(en general deberá se realizada por técnicos especializados antes de su puesta en marcha).
–Despeje y desescombro: Tiene como objeto descubrir posibles focos hasta entonces ocultos o inaccesibles para extinguirlos evitando, así, toda posibilidad de reactivación.
–Toma de datos: Además de tomar todos los datos necesarios para cumplimentar el Parte de Intervención, es muy importante tanto determinar las causas posibles del origen y propagación del fuego (para poder evitar incendios similares en el futuro a través de la divulgación al público), como analizar las actuaciones realizadas (colocación de los vehículos, instalación de las mangueras, etc. a fin de corregir posibles errores y sacar conclusiones positivas de la experiencia).
–Recogida del material: Control y recuento de mangueras, racores, bifurcaciones, etc. de tal forma que, al regresar al Parque, no falte nada o se reponga el material dañado para quedar en condiciones de máxima operatividad en el más breve plazo posible.
–Organización de un retén de vigilancia: Tiene por objeto evitar la reactivación del fuego después de la retirada del personal que intervino en la extinción.
En general, se explicará al responsable del edificio cómo y por qué tiene que organizarlo y será su responsabilidad hacerlo.
No obstante, en algunas ocasiones, los elevados riesgos previsibles, según sean las características de la situación, harán preciso dejar un retén de Bomberos con el material necesario para evitar la reproducción del fuego.
En este caso, se organizarán los relevos que se requieran evitando, siempre que sea posible, que el mismo personal que haya intervenido sea el que quede de retén.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete