Rescates y salvamentos
No hay reglas fijas que seguir a rajatabla para la realización de rescates y salvamentos.
Habrá veces que tendremos que realizarlo cuando lleguemos, mientras realizamos la inspección y evaluación de la situación.
En otras muchas ocasiones, se hace imprescindible la simultaneidad de ataque al fuego con instalaciones para poder llegar a las víctimas a salvar.
Habrá otras ocasiones en las que tendremos que decidir, por ejemplo, entre salvar vidas o limitar rápidamente el avance de un incendio que pondría en peligro a mayor número de personas aunque, afortunadamente, estas ocasiones suelen presentarse raramente.
Para realizarlos, exploraremos el lugar que nos hayan indicado, pasando después a inspeccionar otros locales que puedan estar invadidos por el humo o las llamas, sobre todo en pisos superiores: Ascensores, arriba de la escalera, junto a ventanas o puertas de terrazas, etc.
Inspeccionaremos a fondo cada local, mirando en todos sus recintos, incluso debajo de camas y dentro de armarios (sobre todo si se sospechara la presencia de algún niño).
Las operaciones de salvamento y rescate en incendios, a veces, pueden ser simples, necesitándose una o dos personas solamente o más complejas con necesidad de utilización de medios especiales (vehículos de rescate y extinción en altura, mangas de evacuación, colchones hinchables para casos extremos, capuchas de escape, mantas de protección).
En general, estas operaciones variarán en función de la hora del incidente, número de ocupantes, altura del edificio, uso y condiciones del local, etc.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete