El aparato circulatorio
Compuesto por el corazón, sangre y vasos sanguíneos.
Corazón es un músculo hueco situado en la cavidad torácica entre los dos pulmones. Está dividido por un tabique en dos partes totalmente independientes, izquierda y derecha.
Tiene dos cavidades superiores llamadas aurículas y dos inferiores o ventrículos.
La sangre llega a la aurícula derecha por las venas cavas, pasa al ventrículo derecho, de donde sale la arteria pulmonar que va al pulmón a oxigenar esa sangre, luego esta sangre ya rica en oxígeno vuelve al corazón (aurícula izquierda), al ventrículo izquierdo para salir de él por la arteria aorta que es la encargada de repartir la sangre por el organismo.
El corazón actúa como una bomba, con un número de latidos de 70-80 por minuto en el adulto, un poco más rápido en el niño.
Sangre, que existe en una cantidad aproximada en el adulto de 5 litros.
Formada por:
Una parte líquida que es el plasma. Una parte sólida o células, que son:
– Hematíes o glóbulos rojos, encargados de transportar el oxígeno.
– Leucocitos o glóbulos blancos, que nos protegen de las infecciones
– Plaquetas que ayudan a la coagulación de la sangre.
Vasos sanguíneos, que pueden ser: Arterias, venas y capilares. Arterias, son los vasos que salen del corazón hacia el resto del organismo.
Llevan sangre oxigenada. A través de sus paredes se transmite el latido cardíaco produciendo una onda que nosotros podemos palpar con nuestros dedos, es lo que se
llama PULSO.
Venas, recogen la sangre de todo el organismo ya pobre en oxígeno y cargada de CO2 para llevarla al corazón.
Capilares son las ramificaciones mas finas de los vasos sanguíneos en los que se produce el intercambio de O2 por CO2.
Si tuviésemos que clasificar las hemorragias podríamos hacerlo de diferentes maneras según para lo que hiciésemos esa clasificación, las más utilizadas son:
– Según su procedencia: Arterial, venosa y capilar
– Según donde se vierta la sangre perdida:
– Externa, cuando la sangre sale por la herida y es fácilmente visible.
– Interna, aquella en la que la sangre perdida se acumula en interior del organismo y por la tanto no se ve.
– Exteriorizada por orificios naturales cuando la sangre sale a través de los orificios naturales (oídos, nariz, recto, genitales) alguna de ellas es muy significativa ya que nos alertará del tipo de lesión que puede existir.
– Según su gravedad. A efectos de prestar la primera ayuda nos interesan las dos últimas clasificaciones ya que nos van a indicar el tipo de actuación en cada tipo.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación de Albacete