R.C.P. en pediatría, peculiaridades y diferencias
Para abrir las vías aéreas no es necesaria la hiperextensión cervical, sino que una ligera inclinación de la cabeza colocando bajo el occipucio una toalla es suficiente para ello.
La ventilación directa se hace mejor, aplicando la boca del socorrista sobre la boca-nariz del lactante o niño pequeño.
El volumen de insuflación se valorará con la elevación torácica del niño, si bien se dice que en un lactante una buena técnica consiste en soplar el aire contenido en la boca del socorrista.
Las frecuencias cardíacas en el lactante son de unos 120 latidos/minuto, y en un niño sobre 100 latidos/min.
La frecuencia respiratoria en el lactante es de unas 30 respiraciones/minuto, y en un niño una 20 respiraciones/minuto.
Técnica:
-Apertura de vía aérea:
-Sigue siendo de elección la maniobra frente mentón teniendo en cuenta la diferencia en cuanto a la extensión cervical.
-Se recomiendo la elevación de la mandíbula sin hiperextensión cervical en caso de sospecha de lesión cervical.
-La obstrucción de vía aérea superior por cuerpos extraños es muy frecuente en menores de cinco años. Debe ser sospechada tanto en inconscientes, en los que las maniobras de apertura de vía aérea no consigue permeabilizarla, como en niños que presentan problemas respiratorios agudos.
-Cuando exista pérdida de consciencia junto con la detención de la respiración se debe iniciar la misma secuencia descrita en el adulto (compresiones abdominales), solo tratándose de un lactante de menos de un año, se mantiene la antigua recomendación de los golpes entre los hombros colocándole previamente boca abajo.
Respiración artificial:
-Maniobra Boca-boca, boca-nariz o boca-boca-nariz. Secuencia similar al adulto. Cantidad de aire aproximadamente 50 centímetros cúbicos (el aire que contiene nuestra boca) con una frecuencia de 20-30 veces por minuto.
Determinar ausencia de pulso:
-Se palpará la arteria carótida si es mayor de un año y la arteria braquial se es menor ante la dificultad de palpar la carótida.
Masaje cardíaco:
-Sobre plano duro (tabla, bandeja) pudiendo incluso ser si el niño es suficientemente pequeño la palma de la mano de socorrista.
-En el LACTANTE una vez localizado el corazón realizaremos el masaje cardíaco con los dedos 3º y 4º.
-En el NIÑO se localiza el corazón de forma similar al adulto y se comprime con el talón de una sola mano.
-La energía con que se realiza la compresión cardíaca debe ser suficiente para producir una depresión esternal de 1’5-2’5 cm en el lactante y de 2’5-cm en el niño.
-Tanto en el lactante como en el niño, la relación compresión cardíaca- ventilación, se mantiene constante para todas las edades y en presencia de uno o dos socorristas, siendo siempre de 5:1.
Fuente: Manual S.E.P.E.I. de Bomberos, Publicaciones de la Diputación
de Albacete