Planificación del escaparate

El escaparate es un elemento más que hay que tener en cuenta en la programación global del punto de venta, por tanto, hay que planificar.

De esta forma se trabaja sobre unos objetivos, temas y proyectos preestablecidos que deben converger con los objetivos generales de la empresa, optimizando así los resultados del escaparate.

El trabajo de un diseñador de escaparates a la hora de planificar debe contemplar:

– Analizar el punto de venta en el que se desea montar el escaparate para conocer el tipo de comercio, sistema de venta, filosofía de la empresa, imagen comercial, tipo de cliente al cual se dirige y tipología de productos que ofrece.

– Conocer si el establecimiento dispone de un plan de animación y promoción del punto de venta así como los objetivos que pretende alcanzar.

Este punto es importante porque el escaparate tiene que ser coherente con la estrategia de la empresa, contribuyendo a la consecución de sus objetivos.

– Estudiar el recinto del escaparate para conocer sus dimensiones, ubicación respecto a la calle, es decir, si es frontal, si está en la esquina, si es abierto, cerrado, número de escaparates, estructura, orientación y visibilidad.

Conocer el tiempo que va a permanecer el escaparate expuesto, pues es aconsejable que se renueve cada veinte días para que sea eficaz en la venta.

– Estudiar el producto a exhibir, dimensiones, posibilidad de manipulación, textura, color; con el fin de adecuar lo mejor posible los complementos necesarios, por ejemplo, si el producto que se expone es un vestido, se puede utilizar como complemento un maniquí, y si se van a mostrar electrodomésticos, hay que conocer sus dimensiones, para la proporción continente y contenido sean las adecuadas.

Elegir el mensaje que se desea transmitir a través del escaparate, debiendo expresarse con claridad.

Para ello, el conjunto de elementos a exponer se mostrarán integrados en un mensaje común y directo, evitando ambigüedades.

El mensaje, lo mismo que ocurre en un anuncio publicitario, debe llamar la atención del receptor, que le resulte interesante, y que le incite a comprar.

– Determinar el tipo de escaparate que se pretende realizar, si es ocasional, de temporada, de prestigio, etc.

– Analizar el flujo de peatones que circula por delante del escaparate y sentido, es decir, si circulan más hacia la derecha o hacia la izquierda, con el fin de determinar las zonas frías y calientes del mismo.

– Analizar y elegir los complementos directos e indirectos que constituirán la composición y que ayudarán a transmitir un mensaje coherente y atractivo que interese al espectador.

– Diseñar el boceto del escaparate, considerando todos los aspectos anteriores.

– Considerar el presupuesto para la realización del escaparate.

– Decidir el personal que va a montar el escaparate. Si es del propio establecimiento o se contratan servicios externos.

– Hacer posible la ejecución del escaparate.

– Realizar la correspondiente evaluación para conocer la eficacia del escaparate.

Fuente: Apuntes de diseño tridimensional de la U de Londres