Material punto de venta (P.O.P.)

Publicidad en el lugar de venta (P.O.P.)

PVL son las siglas en español de la Publicidad en el Lugar de Venta. La PLV engloba expositores, carteles, displays y otros elementos que sean portadores de un mensaje publicitario y estén colocados en un punto de venta.

También se le conoce como P.O.P. por sus siglas en inglés (Point of Parchase).

Su principal objetivo es favorecer el recuerdo de marca de los productos publicitados y, fundamentalmente, apelar a la decisión «compulsiva» de compra.

Tal vez uno de los mejores ejemplos de esto sean los displays ubicados al lado de las cajas de los supermercados, ya que mientras el cliente hace la espera para la compra, recuerda un artículo de último momento y ahí decide la compra.

La PLV se encuentra en todo tipo de establecimientos de entre los que destacan el comercio especializado (perfumería, relojería, boutique, farmacia), supermercados, hipermercados, grandes superficies especializadas (juguetes, muebles), grandes almacenes y tiendas departamentales.

Punto de venta es un lugar de promoción de un producto. Comprende todos los ingredientes gráficos que hay en el local: La identificación clara del artículo, los signos que describen o la señalización que dirige, los indicativos de precios y los anuncios de ofertas, el etiquetado de los productos, e incluso, los marbetes colocados en el borde de las estanterías deben considerarse componentes del punto de venta.

Además, el tratamiento del espacio será tal que permita cambiar los artículos de sitio, modificar según la temporada la fisonomía de la tienda, colocar elementos gráficos referentes a ventas especiales, sin menoscabo de la identidad externa de la tienda.

El Material P.O.P. es el principal vehículo de comunicación (sin tomar en cuenta la exhibición del producto) debido a que tanto el comprador, en el momento de la decisión de compra, no tiene otra comunicación que no sea el P.O.P.

Si bien la publicidad que podamos hacer de nuestros productos siempre es muy importante, no es suficiente, ya que mi comprador a la hora de hacer las compras no va con un televisor, un diario o una revista en el carrito o un afiche de vía pública en el techo de auto, como mucho, podría hacer las compras escuchando un walkman, pero sería una casualidad que justo escuchara nuestro aviso cuando pasa por la góndola y si bien puede recordar nuestro aviso, lo tenemos que guiar y llamar la atención de tal manera que finalmente se lleve nuestro producto y no otro.

Fuente: Apuntes de diseño tridimensional de la U de Londres